Desde hace más de un año y como parte de su preparación para mejorar su rendimiento, la nadadora cruceña María José Ribera, comenzó a consumir antes de la cada competencia una fórmula energética consistente en dos tabletas, que la toman varios deportistas.
Con esa rutina, entrenamiento duro y un equipo integrado por siete profesionales, logró cumplir su sueño al obtener un cupo con tarjeta de invitación para competir en la prueba de 50 metros libres de los Juegos Olímpico de París 2024.
La fórmula estaba compuesta por D-Ribosa, Cafeína y Guaraná. Con estas sustancias en su organismo, María José participó en el Mundial de Fukuoka (Japón), realizado del 14 al 30 de julio de 2023, donde por azar le realizaron una prueba de doping, con el correspondiente resultado negativo. Así se desarrolló su participación en diferentes torneos, con Ribera tomando dos tabletas antes de cada competencia.
En junio de este año, en la previa de los JJOO, le tocó recibir el frasco nuevamente con la fórmula energética, que era proporcionada por el doctor Matheus Borgo, especialista en medicina molecular y que era de los profesionales de confianza de la deportista. Esta vez, Borgo pidió la fórmula energética integrada por D-Ribosa, Cafeína, Guaraná y agregándole por error Furosemida, que es para otro tipo de pacientes.
Esta equivocación, según explicó la misma deportista, el domingo en un video que publicó en sus redes, provocó el positivo en la prueba de doping que le realizaron el día de la competencia en París, el 3 de agosto. El mismo resultado arrojaron las dos pruebas realizadas a los frascos A y B.
El diurético está dentro de la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje (Wada), siendo la principal causa para su veto que es utilizado para orinar más seguido y así enmascarar otras sustancias. También lo usan las mises y modelos, entre otros, para bajar de peso.
El error fue confirmado por el mismo profesional en dos cartas entregadas a la nadadora, que utilizará este argumento sólido para defenderse, en caso de que sea sancionada, que puede ser de dos años. El veredicto lo dará a conocer la tercera semana de este mes la World Aquatics (denominada hasta 2022 Federación Internacional de Natación, FINA).
