El domingo 20 de abril será una fecha que nunca olvidará el boxeador beniano Saúl Farah. En esa jornada, en Trinidad, a las 10:30, fue agredido por la espalda con tres puñaladas que le perforaron el hígado y el riñón, y que casi acaban con su vida. Por ello fue intervenido quirúrgicamente para parar la hemorragia tras haber perdió unos dos litros y medio de sangre.
Así herido y moribundo, Farah llegó al hospital Presidente Germán Busch, de Trinidad, donde un equipo médico liderado por el doctor José Alfredo Suárez reaccionó a tiempo para salvar la vida del polémico pugilista, que ha sido campeón nacional y que ha representado al país en varias ocasiones. Tiene 100 combates disputados hasta la fecha.
Desde ese momento, el Fénix Asesino, como es conocido Farah, luchó por su vida hasta que el jueves envió un mensaje a las redes informando que se encuentra mejor de salud y que aún tiene dificultades para hablar, pero anunciando que debe encarar un largo proceso de recuperación.
“Sufrí un ataque cobarde el domingo a las 10:30 de la mañana. Recibí tres puñaladas por la espada, que perforaron el hígado y el riñón, órgano que iba a perder. Perdí más de dos litros y medio de sangre. Por un milagro de Dios salvé la vida”, sostuvo el boxeador.
Agregó que: “Yo no tenía ningún problema con el agresor, que por cierto está aprehendido en el penal de Mocoví, del Beni. Todo sucedió cuando me defendí de un ataque verbal, y él me atacó por detrás, cuando con él no era el problema”. Concluyó con el mensaje pidiendo justicia a las autoridades: “Que se haga justicia. Tengo dificultad para hablar, estoy internado aún en el hospital. Apenas puedo pararme, pero hay Saúl Farah para rato…”.
