Apuesta a conquistar dos de los rally mundiales más extremos e importantes del planeta. A 10 días de haber anunciado su participación en el Dakar 2023, el boliviano Fabricio Fuentes volvió a lanzar otra bomba noticiosa: “Participaré también en el Campeonato Mundial del Desierto, para apostar al triunfo en la categoría Pro Moto Ironman”.
Pese a que aún sigue en la búsqueda de patrocinio, elemento clave para cumplir sus objetivos en esta temporada, Fuentes confirmó que estará en las cuatro fechas del Mundial del Desierto: San Felipe 250 (2 de abril), la Baja 500 (4 de junio), la Baja 400 (17 de septiembre) y la Baja 1.000 (18 de noviembre).
El piloto ha ido evolucionando de a poco en la conquista de la categoría Pro Moto Ironman. En 2021 se consagró subcampeón, por detrás de Juan Carlos Salvatierra. Ahora, la apuesta es buscar el título, y para ello se está entrenando duro y con un equipo de trabajo profesional denominado Villa Montes Racing.
Hasta el momento, dos bolivianos confirmaron su presencia en el Mundial del Desierto 2022: Fuentes y Salvatierra. En 2021, además de ellos, también se inscribieron a la cita planetaria los nacionales Jorge Gamarra, en motos; y Eduardo ‘Happy’ Peredo, en coches. El primero no logró largar en la última fecha (su debut) por problemas mecánicos, mientras que el segundo sufrió el robo de la máquina horas antes de partir en su segunda carrera de esa temporada.
Busca patrocinio
Participar en dos campeonatos mundiales tiene un costo económico fuerte. Ese esfuerzo en la inversión, Fuentes espera cubrirlo con el apoyo de la empresa privada, pues el piloto chaqueño es uno de los competidores que casi siempre deja el nombre de Bolivia en lo alto.
Así lo hizo en 2021 con el subcampeonato en el Mundial del Desierto, y en las seis participaciones que suma en el Dakar, siendo la mejor ubicación la que consiguió en 2017, con el puesto 31 en la clasificación general de motos, que cuenta con más de 160 participantes.
Terreno hostil
El Mundial del Desierto se caracteriza por desarrollarse por terrenos hostiles para los pilotos, que conscientes de ello, realizan una preparación dura para no tropezar en el recorrido, que presenta obstáculos como encontrarse de forma imprevista con piedras o desniveles. A ello se suma el esfuerzo que deben hacer para terminar la carrera después de entre 30 a 48 horas de recorrido sin descanso. Para cerrar el calendario, los espera la Baja 1.000, que es la más complicada de la temporada.
