
“El coliseo de la calle Ingavi es un monumento al deporte, pero, sin lugar a dudas, Santa Cruz requiere otros escenarios para la masiva práctica del básquet y voleibol, por la gran cantidad de equipo de divisiones menores. Debe incluir también canchas auxiliares y espacios de alojamiento para cuando concentren nuestras selecciones”, escribió Berman Hillman, un internauta que manifestó su parecer sobre una de las preguntas que PODIO planteó esta semana en su portal: ¿El Complejo Gilberto Menacho tiene las condiciones que se merecen los deportistas y los aficionados cruceños?
El predio, situado entre las calles Ingavi y Ayacucho, alberga centenares de competencias y miles de deportistas entrenan y participan de diversos torneos al año.
El complejo, dependiente de la administración del Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz, a través del Servicio Departamental de Deportes, cuenta con dos escenarios centrales, uno es el coliseo Gilberto Pareja, donde se desarrollan las actividades de la Asociación Cruceña de Básquet desde principios de los años 60 (cuando los directivos del Comité Departamental de Deportes compraron el terreno); el otro es el coliseo Eugenio Verde Ramo, donde se concentran los eventos y trabajos de la Asociación Departamental de Voleibol.
El edificio alberga los espacios de entrenamiento, competencias y oficinas de las asociaciones de judo, ajedrez y tenis de mesa, además de las oficinas de la Asociación Cruceña de Pelota Frontón. En el coliseo también se desarrollaban las actividades de levantamiento de pesas y de esgrima, pero fueron trasladadas al coliseo Jhon Píctor Blanco y al Complejo Deportivo Los Ángeles, respectivamente.
En otros escenarios, como el Jhon Píctor Blanco, funciona las actividades de las asociaciones de fútbol de salón y de boxeo, mientras que otros deportes de contacto (karate, taekwondo, full contact, kick boxing ), se llevan a cabo en el Poligimnasio Santa Rosita.
Por otra parte, en el Complejo Gilberto Menacho funcionan las oficinas del Servicio Departamental de Salud (Sedes) y otras dependencias de la Gobernación, además de una oficina del Círculo de Periodistas Deportivos de Santa Cruz.

¿Qué falta y qué necesita el complejo?
El periodista Félix Chimba Arena critica a las autoridades departamentales por haber quitado espacio a las asociaciones deportivas en el edificio de la Ingavi y poner oficinas de entidades pertenecientes a la Gobernación.
“El deporte cruceño está abandonado a tal punto que los últimos gobiernos departamentales sacaron a las asociaciones de sus oficinas para poner secretarías y oficinas de actividades que no tienen nada que ver con el deporte”, reclama Chimba.
“El deporte cruceño creció sustancialmente, cada disciplina debería de tener su propia infraestructura. Pero ahí tenemos al ajedrez ‘apeñuscao’, lo mismo el tenis de mesa y el judo”, añade el periodista, que también resalta que la parte antigua del coliseo Gilberto Pareja (que da a la calle Ayacucho) requiere de una reestructuración. “Santa Cruz ha perdido muchos espacios en logros deportivos por las falta de condiciones. En su momento, ese escenario quedaba chico para ver una final de básquet tanto en damas como en varones. Santa Cruz necesita más y mejores escenarios”, agrega Chimba.

El ajedrez
El Maestro Internacional Johnny Cueto considera que el espacio con el que cuenta actualmente la Asociación Cruceña de Ajedrez es el adecuado y prueba de ello son los años que viene funcionando en ese lugar. Cueto pondera la gestión de Javier Monroy al frente de la asociación y compara el crecimiento en la cantidad de jugadores en los torneos recientes, que llegan a contar con casi dos centenares de competidores, con los de años atrás, que apenas alcanzaban el medio centenar.
“El sueño del arquitecto Carlos Áñez, que el ajedrez cruceño crezca y que se hagan torneos interprovinciales es una realidad, porque hoy vemos la gran cantidad de chicos que compiten y eso hasta hace algunos años era impensado. En algún momento, las autoridades intentaron quitar esa infraestructura a la asociación y se luchó para conservarla, fue un gran logro y hoy vemos los resultados. Y ahora es impresionante lo que se vive, especialmente con los niños”, expresa Cueto.

El templo del básquet
Todo comenzó con el baloncesto. En 1962 se jugó el primer partido en el nuevo coliseo bautizado Gilberto Pareja. El torneo, organizado por la Asociación Cruceña de Básquet, tuvo como su primer campeón a La Salle, mientras que en 1963, fue San Roque.
Así fue creciendo la actividad y la competición en esta cancha llena de historia, en la que se vivieron gloriosas jornadas y se disputaron finales memorables, que convocaban a la afición cruceña. Las colas para ingresar al coliseo eran interminables, nadie quería perderse una partido entre Nonis y La Salle, clásicos rivales. Por esos equipos pasaron jugadores de gran nivel, como Daniel Azaeda, Tojo Oliva, Domingo Justiniano, Choco Pacheco, Saldaña, Fernando Leite y Alex Peris.
Los equipos de damas también tuvieron su protagonismo con jugadoras que han representado muy bien al departamento en varias oportunidades, además de formar parte de las selecciones que alcanzaron grandes logros en torneos internacionales.

Pocos cambios
La jugadora de Universidad Católica y exseleccionada boliviana, Fátima Ibáñez, cuenta que llegó hace 17 años a la asociación y recuerda al coliseo tal y como se lo ve en la actualidad, es decir, sin muchos cambios ni mejoras en su infraestructura.
Fátima pondera la remodelación de los baños y los camerinos, que se efectuó hace unos meses, pues considera que era algo que realmente hacía falta.
En el Gilberto Pareja se observa que desde hace muchos años no se utiliza el área que en algún momento fue utilizada como cabina de transmisión, la que ahora se encuentra abandonada, al igual que el viejo tablero electrónico.

Más allá de la remodelación de los baños, Ibáñez señala que falta mejorar otras áreas del coliseo, como las bancas, los tableros y las graderías
“Que ideal sería ver tu nombre en el tablero cuando anotás, no se trata de un lujo sino de una necesidad, no solo para los jugadores sino también para el aficionado, ya que se ven las faltas, los puntos, etc. Son aspectos que dan cuenta de la importancia de contar con un tablero electrónico reglamentario”, enfatiza.
También aprovecha para referirse al coliseo de Tarija como uno de los escenarios modelo para la práctica del baloncesto. “Es un sueño, cuánto desearíamos tener un coliseo con cinco canchas alrededor, con las condiciones ideales para los partidos, con la cancha principal bien cuidada, porque es exclusiva para la práctica del deporte. Más bien que acá contamos con espacios con techo, porque si no tendríamos que hacerlo a la antigua, buscando canchitas de barrio para poder jugar ahí”, comenta.

Parqué y goteras
La popularidad que tuvo el baloncesto en la ciudad obligó a que, a pocos años de la construcción del coliseo, se coloque piso de parqué a la cancha, la misma que fue restaurada un par de veces, una de las últimas ocasiones fue hace poco más de una década.
Acerca de este detalle, tan importante para la práctica del básquet, Ibáñez considera que las condiciones en las que se encuentra el parqué actualmente aún permiten jugar con normalidad, pero advierte del peligro de su deterioro no solo por el uso sino por la exposición al agua que ingresa a la cancha cada vez que llueve.
“Ese es otro tema, las goteras. Este año varios partidos dejaron de jugarse debido al mal tiempo ya que llueve más adentro que afuera.
Son varios temas que se deben considerar y es importante ver cómo, en otros departamentos, han crecido en ese aspecto con coliseos renovados, porque, además del de Tarija, está el de Quillacollo, el de Potosí, ese decir, se el avance y el interés por dar las condiciones. No es que uno no quiera jugar en el coliseo, pero hay muchas mejoras que se pueden hacer”, apunta la deportista.
Una vez que se volvió a presentar el tema de las goteras a principios de este año, las autoridades del Servicio Departamental de Deportes procedieron a ordenar su reparación, aunque la amenaza de que vuelvan a parecer siempre estará latente.
Los jugadores han mencionado varias veces que la cancha del Gilberto Pareja debería contar con parqué flotante, como lo avalan las normas internacionales, ya que permite un menor riesgo de lesiones en las caídas de los jugadores. En cambio, los sistemas fijos al suelo son mecánicamente más estables en relación a humedad ambiente, pero dan una mínima respuesta al choque del atleta en el momento del impacto.
No obstante, cambiar a piso flotante sería contraproducente mientras la humedad sea una constante amenaza en la cancha, ya que ese sistema es más sensible.
A pesar de que estos puntos en contra de la actividad, Fátima Ibáñez celebra que el básquet cruceño vuelva a crecer en los últimos años.
“Hubo un tiempo que cayó bastante, pero hoy se ve que ha mejorado. Hay varias chicas que están en la selección, son grandes jugadoras que están para grandes cosas”, concluye.
