Una semana antes del Nacional Preolímpico de Teakwondo, la cruceña Celeste Áñez estuvo internada y con suero afectada por dengue y amigdalitis. Por ello quedó en duda su participación el sábado en el campeonato clasificatorio para el Preolímpico, que se desarrollará el 9 y 10 de abril en República Dominicana.
“Me sentía sin fuerzas. No era la misma que antes. Me había entrenado a full para este clasificatorio, pero estaba débil. Al final decidí competir, y la verdad que lo hice con inteligencia, más con técnica que con fuerza”, relata Áñez que logró coronarse campeona nacional por sexto año, al ganar la categoría -57 kg.
El sueño de Celeste, que se prepara bajo las órdenes de su padre Aldrin Áñez y del preparador físico Juan Carlos Terrazas, ha sido desde hace varios años clasificarse para los Juegos Olímpicos de París. En ese camino fue que en marzo de 2023 se convirtió, junto a otra cruceña Jireh Hurtado, en las primeras taekwondistas bolivianas en clasificarse por mérito deportivo para los Juegos Panamericanos 2023.
Además, Celeste y Hurtado en la anterior temporada consiguieron, gracias a las gestiones de la Federación Boliviana de Taekwondo (FBTK), realizar dos campamentos fuera del país, uno en la Argentina y otro en España, entrenando al lado de seleccionados nacionales y medallistas olímpicos.
Esa preparación ha mejorado bastante el nivel de ambas taekwondistas para que en la actualidad sean sin discusión las mejores del país, y tenga bastante expectativa para buscar una plaza para los Juegos Olímpicos.
“Después de enfrentar una difícil batalla contra la enfermedad y luchar por mi salud, regresé al tatami con voluntad para poder clasificar para el Preolímpico que se va a realizar en República Dominicana y ¡Lo logré!… Nos vamos con mi padre y coach a los Preolímpicos”, posteó en sus redes sociales Celeste.
