A solo tres semanas de haber llegado a México, el luchador boliviano Agapito Orozco ya dio de qué hablar en el mundo de las Artes Marciales Mixtas (MMA), sumando dos victorias consecutivas que lo perfilan como un nuevo talento latinoamericano en ascenso. Conocido como “El Fenómeno Minero”, el joven peleador mezcla fuerza, técnica y una historia personal que inspira.
El apodo de “Fenómeno” se lo puso su hermano por su carácter indomable en el ring, mientras que “Minero” es un homenaje a sus abuelos, quienes trabajaron en las minas y fallecieron por el mal del minero. “La minería es parte de mi historia y de la historia del país. Llevar ese nombre me representa completamente”, contó en entrevista con el programa Que No Me Pierda.
Agapito entrena de seis a ocho horas por día y trabaja en paralelo para mantenerse económicamente. Su objetivo es claro: llegar a la UFC, la liga más prestigiosa de MMA a nivel mundial. “La meta es clara y creo que lo vamos a lograr”, afirmó con convicción, sin dejar de mencionar la necesidad de apoyo del sector privado para continuar su carrera.
Con disciplina, garra y una identidad bien marcada, Agapito “El Fenómeno Minero” Orozco no solo quiere abrirse paso en el deporte, sino también llevar la bandera de Bolivia al octágono más importante del planeta. Su historia es un testimonio de lucha dentro y fuera del ring.
