Mientras muchas estrellas de la NBA viven rodeadas de lujos, autos de alta gama y mansiones extravagantes, el exjugador chino Yao Ming eligió una vida totalmente opuesta. A pesar de tener una fortuna estimada en 160 millones de dólares, asegura que vive con apenas 20 dólares al día y conserva el mismo celular desde hace cuatro años.
El expívot de los Houston Rockets convirtió su éxito en la NBA en un motor para ayudar a los demás. A través de la Yao Ming Foundation, construyó 68 escuelas en comunidades olvidadas, levantó 500 canchas para jóvenes sin recursos y organizó 12 partidos benéficos con leyendas como Kobe Bryant, LeBron James y Tracy McGrady. Solo en eventos solidarios, logró recaudar más de 10 millones de dólares.
“Con lo que cuesta un auto de lujo, puedes construir una escuela y darle futuro a cientos de niños”, afirma Yao, quien decidió invertir su dinero en educación y desarrollo deportivo. Su visión de una sociedad más justa y con oportunidades ha inspirado a miles de seguidores dentro y fuera del deporte.
Yao Ming, de 2,29 metros de estatura, jugó ocho temporadas en la NBA antes de retirarse en 2011. Nacido en Shanghái en 1980, fue uno de los jugadores más altos en la historia de la liga y se ganó el respeto mundial no solo por su talento en la cancha, sino también por su enorme compromiso social.