Su gusto por el básquetbol, su disciplina para entrenar, la garra que demuestra en cancha y el talento que tiene en sus genes, es la combinación que está llevando a Sara Hillman Galvis a convertirse en una de las basquetbolistas juveniles de mayor proyección de Santa Cruz y del país. En menos de dos meses, en lo que va del año, ya conquistó cuatro títulos y es solo el comienzo de su historia en el deporte que la apasiona.
‘Sarita’, como la llaman algunos, es hija de Berman Hillman y Mónica Galvis y se desenvuelve como base, ayuda-base y escolta en el Club Universidad Católica Boliviana. Su inicio en el básquetbol se dio luego de probar varios deportes y ahora es “mi pasión; es una manera de desconectarme de todo. Jugar básquet me motiva y llena de felicidad. Por eso estoy dispuesta a sacrificarme para mejorar cada día”, comenta la basquetbolista de 1,70 metros de estatura.
Desde antes de la pandemia comenzó una rutina de entrenamiento para marcar la diferencia y lo está logrando. En su club entrena por las noches el aspecto táctico, pero tres veces por semana también mejora su técnica individual en la Academia MG, para reforzar la parte física asiste al gimnasio tres veces por semana y no olvida la alimentación, porque es asesorada permanentemente por la nutricionista deportiva Vera Lucía Susano. También, es importante mencionar que por las mañanas asiste al colegio Cristo Rey, donde cumple a cabalidad.
Ha formado parte de todas las selecciones cruceñas desde las U12 hasta la actual U17 y también integró la selección boliviana U15, la que el año pasado llegó a las semifinales del Sudamericano de Chile. Pero, sin duda, el 2023 se pinta para ser su año puesto que ya tuvo el gusto de dar cuatro vueltas olímpicas: la primera con la selección cruceña ganando el Departamental U15, en Camiri; la segunda reforzando al Club Leones de Hamacas y ganando la Libomenor U15; la tercera con la selección cruceña, conquistando el Departamental U17; y la más reciente con la U. Católica consiguiendo el título del torneo Clausura de la categoría Primera de Honor.
Gracias a sus resultados y dedicación, hace unos días, volvió a ser convocada a los microciclos de la selección boliviana, ahora en la categoría U16, reafirmando ser parte de una camada muy prometedora junto a María Fernanda Viveros, Siriane Méndez y Miel Égüez. También tiene planeado participar del Campus de Huevo Sánchez (reconocido coach), el próximo mes en Argentina, y “a mediano plazo quiero completar mis estudios fuera del país y ganarme un espacio en alguna liga femenina más allá de nuestras fronteras”, concluyó Sarita.
