El hermetismo que rodea la salud de Michael Schumacher desde su accidente de esquí en 2013 se vio comprometida debido a una indiscreción de Elisabetta Gregoraci, exesposa de Flavio Briatore (antiguo jefe de Schumacher en Benetton), durante su participación en un reality show italiano.
Según lo que se filtró en septiembre de 2020 a través de sus comentarios, el siete veces campeón de Fórmula 1 se encuentra en una situación delicada. Gregoraci afirmó que Schumacher «no habla» y «solo se comunica con los ojos». Además, reveló que el acceso al expiloto está extremadamente restringido, indicando que «solo tres personas pueden ir a verlo» y que ella sabía quiénes eran.
Esta información confirmó el hermetismo y la severidad del cuadro clínico de Schumacher, reforzando la percepción pública de que el ‘Káiser’ requiere cuidados constantes y está en un estado de dependencia extrema. La familia Schumacher ha mantenido un estricto control sobre los detalles de su vida privada y estado de salud. La filtración, aunque breve, ofreció uno de los pocos datos concretos sobre las limitaciones comunicativas y el aislamiento en el que vive la leyenda.
