Hace tan solo un año que está en Santa Cruz FC y ya su nombre suena fuerte en las convocatorias de las selecciones nacionales. Vanessa Ojeda Aramayo, de 16 años, es la arquera titular de menor edad en el torneo de la Primera A de la Liga Femenina de Fútbol (Lifeful), destacando por saber ubicarse muy bien en el pórtico y por sus buenos reflejos.
Pese a que su equipo lleva dos partidos perdidos en el grupo cruceño de la Copa Simón Bolívar, ella ha tenido buenas actuaciones. El domingo, Vanessa tendrá un nuevo desafío cuando Santa Cruz FC se enfrente a Mundo Futuro, en un partido que, para aspirar a clasificarse entre los dos primeros a la segunda fase del torneo, debe ganarlo por goleada y esperar que Universidad también derrote a Deportivo Ita.
La arquera, nacida en San Carlos y que luego se trasladó con su familia a Yapacaní, comenzó como delantera a los 8 años para luego encontrar su ubicación en el arco, cuando ya tenía 12. Mientras ello sucedía pasó por diferentes escuelas de fútbol de Yapacaní. A mediados de 2021, Santa Cruz FC necesitaba una arquera para disputar el torneo de 16 años de la primera fase de la Conmebol en Bolivia, y allí apareció ella para no desaprovechar su oportunidad.
Ese torneo, pese a que quedaron eliminadas, fue suficiente para que Vanessa, que cursa el quinto de secundaria en el colegio Germán Busch, de Yapacaní, se agrande en el pórtico y para que Santa Cruz FC le confíe el arco de su primer equipo en la Primera A en 2022. Este año también fue convocada para la selección nacional sub-17, que disputó el Sudamericano de Uruguay.
Aunque no tuvo minutos en el torneo internacional, la arquera tiene confianza que en una próxima convocatoria, ya con más experiencia, tendrá chance de demostrar sus condiciones. “Mi sueño es salir a jugar fuera del país y llegar a la selección mayores de Bolivia”, sostuvo.
Por lo pronto, tiene el respaldo total de sus padres, Ángel Ojeda Oporto y Graciela Aramayo Díaz. Vanessa, que es la menor de siete hermanos, se entrena en Yapacaní, y viene a Santa Cruz para jugar los fines de semana en la Lifeful. “Cuando me da el tiempo entreno con mi equipo”, concluyó Vanessa, de 1,60 metros de estatura.
