Son su mayor felicidad y compartirla con otros padres es una gran satisfacción, a la vez que luchan por que sus niños se involucren en la sociedad, sean tratados y considerados como personas normales y se respeten sus derechos.
Es la Asociación de Padres Unidos por el Síndrome de Down de Santa Cruz (Apusdo SC), que trabaja por mejores días para las familias de sus afiliados y desarrolla una serie de actividades, entre ellas las deportivas, con cerca de 100 participantes.
Dennis Barba, fundador de Apusdo SC, cuenta que una de las actividades recientes en las que participaron fue el Kids Challenge, organizado por el Club Medley, un evento que busca incluir a cada niño para llevarlos a amar y disfrutar cada vez más el deporte.
Kids Challenge incluyó triatlón, natación, ciclismo y otras actividades deportivas y recreativas. Varios de los niños de Apusdo destacaron en las pruebas de atletismo.
“Estamos buscando organizar y ser parte de más actividades para que los chicos tengan una terapia física y ocupacional. Trabajamos con los padres dándoles responsabilidades, aunque sabemos lo difícil que resulta para ellos, sobre todo cuando no tiene el conocimiento de la discapacidad de su hijo y no logran la aceptación tampoco”, explica Barba.
“Somos una asociación de padres de niños con síndrome de Down, pero también tenemos niños con TEA (trastornos del espectro autista) y un poco porcentaje de niños con discapacidad física. La idea es empoderar al padre con conocimiento acerca de la condición de sus hijos”, añade.
La asociación trabaja de manera autónoma, pero coordina con los centros de adultos mayores con discapacidad de los distritos municipales. Asimismo, recurren a la Dirección Municipal del Adulto Mayor, que los apoyan y trabajan con ellos.
“Algunas de las pruebas que se realizan no les permite participar a algunos niños con discapacidad física, pero tratamos de que participen en lo que más se puede, porque practicamos la inclusión”, dice el fundador.
“Es algo que no tiene con qué pagarse, es nuestra felicidad. La mayor satisfacción es ver que nuestros hijos se acerquen lo más posible a una vida normal de vivir, como niños que reciban una educación que por derecho les pertenece, de sentirse parte de una sociedad en su conjunto”, concluye Barba.
