Tras varias semanas de vivir una odisea, aparece una luz al final del túnel. La nadadora cruceña María José Ribera, que se encuentra en una etapa de apelación ante la World Aquatics (Ex FINA) sobre su positivo que dio en los Juegos Olímpicos de París 2024, reveló que hubo un reunión con sus abogados para confirmarles que hay una gran posibilidad de que se llegue a un acuerdo.
“Estamos en apelación y todavía se está haciendo la investigación del caso. Estamos a la espera de haber que nos dicen, pues hace una semana tuvieron una reunión con el abogado y le dijeron que posiblemente lleguemos a un acuerdo”, sostuvo María José, que desde un primer momento afirmó que el positivo por Furosemida se debió a una equivocación de uno de los profesionales de su equipo de trabajo, el doctor Matheus Borgo.
El especialista en medicina molecular, según asegura la atleta, le proporcionó una fórmula energética que venía tomando desde hace meses, pero que en esa ocasión le habría agregado, por error, la Furosemida. Esta versión, también se sustenta en dos cartas que la nadadora ha presentado como pruebas y que le habría enviado el doctor Borgo, en las que asume la culpa de su equivocación en la administración del energético, y que provocaron los dos positivos, en los frascos A y B.
La prueba de dopaje se la tomó antes de que la nadadora participe el 3 de agosto en la prueba de 50 metros libre de los JJOO. La Furosemida está en la lista de sustancias dopantes porque es utilizado para orinar más seguido y así enmascarar otras sustancias. También lo usan las mises y modelos, entre otros, para bajar de peso.
“No sé qué podrían proponer como un acuerdo. Me imaginó que es reducir la sentencia (dos años) dependiendo de cómo lo ven el caso, eso para evitar un juicio. En estos días van a tener reunión con distintas personas, incluyendo al doctor para aclarar algunas cosas que a ellos no les queda claro”, concluyó Ribera.