La joven tenista argentina Solana Sierra escribió este viernes una página dorada en la historia del tenis nacional al clasificar a los octavos de final de Wimbledon, el Grand Slam más prestigioso sobre césped. En un emocionante encuentro de tercera ronda, Sierra (21 años, 101° del ranking WTA), superó a la española Cristina Bucsa por 7-5, 1-6 y 6-1, firmando un triunfo que resonará por décadas en el deporte albiceleste.
La gesta de Sierra es doblemente significativa. No solo es la primera tenista argentina en alcanzar esta instancia en Wimbledon desde Paola Suárez en 2004, sino que lo logra como «lucky loser», un privilegio que se otorga a los jugadores que pierden en la última ronda de clasificación pero ingresan al cuadro principal por la baja de otro competidor. En su caso, la noticia llegó apenas 15 minutos antes de su debut, lo que habla de su increíble capacidad de adaptación y resiliencia.
El partido de hoy fue una verdadera prueba de carácter para la marplatense. Tras un primer set muy disputado que se llevó por 7-5, el segundo parcial se complicó. Un percance en un dedo, que la obligó a pedir asistencia médica, afectó su rendimiento y Bucsa se llevó el set por un contundente 6-1. Sin embargo, Sierra, lejos de desanimarse, demostró una fortaleza mental admirable. Con un vendaje en la mano y una determinación inquebrantable, la argentina reseteó su juego y dominó por completo el set decisivo, sellando el 6-1 final y desatando la euforia en la cancha 12.
«Estoy tranquila. Yo sigo partido a partido, con mi círculo, con los que estamos desde el primer día. Para mí jugar la primera ronda de Wimbledon ya era un regalo y lo disfruté», declaró Sierra, quien entrena en la Academia Rafael Nadal, mostrando la humildad y el enfoque que la han llevado a esta inesperada epopeya. Su desempeño en la hierba londinense ha sido sorprendente, considerando que hasta este torneo no había ganado un partido profesional sobre esta superficie.
Este histórico avance no solo le asegura un importante salto en el ranking WTA, ubicándose provisionalmente cerca del Top 60, sino también un considerable premio económico. Pero más allá de los números, Solana Sierra ha capturado la atención del mundo del tenis con su carisma y su inspiradora historia. La «lucky loser» que tuvo que cambiar de alojamiento varias veces en Londres debido a sus continuos triunfos, ahora se prepara para enfrentar el domingo a la alemana Laura Siegemund en busca de un lugar en los cuartos de final. El sueño de Wimbledon sigue vivo para la nueva joya del tenis argentino.
