A nivel nacional no hay quién le gane. La taekwondista Jireh Hurtado Tapia lleva seis años invicta en la categoría -49 kilogramos, y su nivel va en ascenso, siempre soñando con llegar a unos Juegos Olímpicos.
Para cumplir ese gran objetivo, su vida tiene dos prioridades los estudios y el taekwondo. La vida social para esta campeona prácticamente no existe. De los 20 años que tiene, 10 los lleva dedicado a este deporte, convencida de que tarde o temprano cumplirá sus sueños.
Una muestra de su nivel se vio en los Juegos Suramericanos, donde ganó un combate y perdió el segundo, pero ante la campeona de la competencia. Su actuación incluso provocó buenos comentarios de otras delegaciones.
Sus padres Shirley Tapia y Juli Hurtado le pusieron como condición para que siga en el taekwondo, que pase en todas sus materias, y por lo pronto en ese sentido no tiene ningún problema. Su carrera de fisioterapia y kinesiología va sobre rieles, pues el próximo año se gradúa.
Un aspecto, que también lo tiene claro Jireh es que sin el apoyo de las autoridades será muy complicado que llegue a cumplir sus metas, aunque confía en que estos frenos a su carrera se vayan solucionando en el transcurso de los meses. Solo de esa manera podrá salir seguido del país para competir en campeonatos internacionales, que le darán más roce internacional, una exigencia primordial para mejorar los resultados.
