Con tan solo 10 años, Jamila Uriona ya ha demostrado que el amor por el deporte puede ser inmenso desde muy pequeña. Esta tenista cruceña, que entrena desde los seis años, vive el tenis con pasión inigualable: solo cuando duerme no está entrenando, como dice su madre, Yesabel, quien se declara su fan número uno.
La joven promesa viene de consagrase campeona en el Segundo Departamental de Tenis 10 categoría Naranja, obteniendo el títulos en singles y dobles.

Jamila empezó su formación con el profesor Tico, luego pasó por el Club Polanco y hoy entrena en el Tenis Club bajo la guía del experimentado profesor José Calle, quien destaca su educación, talento y disciplina. “Se puede trabajar muy bien con ella. Tiene buenas condiciones y mucha proyección técnica”, afirma Calle, quien la ha acompañado en su crecimiento competitivo.
Su madre relata que Jamila no se despega de su raqueta ni en casa y que incluso en la calle busca paredes para practicar. “Ella lo hace todo con amor, pasión y fe en Dios. Agradezco a Dios por sus logros. En singles y dobles logró el primer lugar”, cuenta emocionada. Agrega que su hija sueña con ser profesional y que está plenamente dedicada a conseguirlo, siempre con humildad y alegría.

Jamila competirá desde este jueves en un torneo nacional y se prepara con la convicción de seguir alcanzando títulos. Su familia la apoya incondicionalmente y confía en que lo mejor está por venir. “Yo declaro que ella será una grande”, dice su madre, convencida de que con fe, esfuerzo y disciplina, su hija llegará lejos.