De una tarde calurosa pasó a ser una noche fría la primera jornada de la Ultramaratón Kuntur Backyard que se está corriendo desde este viernes a las 16:00, en Samaipata, a más de 110 kilómetros de Santa Cruz, donde asistieron 100 atletas para mostrar sus ganas de superación física y mental. Van más de 16 horas de carrera. Este sábado al amanecer quedaban tres competidores de pie: José Luis Guzmán, Alex Lesaint y la única mujer Rossy Cuéllar.
De eso se trata ser atleta ultra, de superación mental para que el cuerpo resista ante condiciones adversas, tal como está sucediendo este final de viernes y madrugada de sábado en la localidad de Lagunitas, ubicado a 17 kilómetros del centro de Samaipata.
La carrera comenzó en una tarde calurosa y agradable, pero mientras caía la tarde también descendía la temperatura y el viento se hacía sentir más, pues el circuito de 6.7 kilómetros está en una cumbre que se expone en lo alto y, además, hace del lugar un paisaje hermoso.
De esa manera, el grupo que salió casi junto comenzó a dispersarse poco a poco por una cuestión lógica del manejo del estado físico y dosificación de su tiempo y ritmo de carrera, pues es una prueba de largo aliento.
Los que están incursionando en esta disciplina no tuvieron mucho éxito y fueron abandonando de a poco producto de su ímpetu y ansiedad, ya que la primera vuelta la completaron en corto tiempo y eso les pasó factura.
Mientras que los más experimentados que tienen objetivos deportivos importantes, como el Mundial de Millares, demostraron su capacidad para dosificar y así seguir aguantando.
Está previsto que la competencia dure un máximo de 24 horas, aunque dependerá de las condiciones del tiempo y sobre todo de la perseverancia de los atletas.
El tiempo límite de cada participante para completar cada vuelta es de 60 minutos. Si lo hace en menos de ese periodo, lo que resta para cumplir los 60 minutos debe ocuparlo en alimentarse, hidratarse y descansar, ya que la salida para competir nuevamente es cada hora, en punto.
No hay un límite de vueltas y gana el último que queda en pie.
