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Santa Cruz de la Sierra
lunes, diciembre 30, 2024

El complejo Gilberto Menacho, la casa histórica del deporte cruceño

En sus mejores años, el coliseo convocaba a gran cantidad de público a las actividades de diversas disciplinas

El centro de la capital cruceña, donde se alzaron caseríos y barrios alrededor de iglesias, escuelas y edificios públicos, también fue testigo del crecimiento de la actividad deportiva en un lugar que se convirtió en una especie de catedral, que reunió a diversas disciplinas y llegó a ser el gran referente para el público y los deportistas: el coliseo Gilberto Pareja.

En la actualidad, el coliseo es parte del complejo deportivo Gilberto Menacho, posiblemente, el principal escenario deportivo de Santa Cruz de la Sierra junto con el estadio Ramón Tahuichi Aguilera y el coliseo John Píctor Blanco.

Este complejo deportivo, que popularmente se lo conoce como ‘el coliseo de la Ingavi’, tiene una historia de más de 60 años, desde que nace con el coliseo Gilberto Pareja y se desarrolla ampliando sus espacios, oficinas y canchas, que incluyen un segundo coliseo, el  Eugenio Verde Ramo. En ambas escenarios se disputan los torneos locales y nacionales de baloncesto y voleibol desde hace varios años.  

A partir de esta entrega, PODIO analiza la actualidad del Gilberto Menacho, además de ofrecer una radiografía de las diversas disciplinas e informar sobre la labor administrativa que se desarrolla desde el Servicio Departamental de Deportes (SDD) ¿Será este el complejo deportivo más importante o más simbólico de Santa Cruz? Comencemos por conocer su historia.

La vieja Santa Cruz, que no contaba con un escenario oficial para la práctica del deporte

El nacimiento

A principio de los años 60, Santa Cruz de la Sierra contaba con cerca de 50.000 habitantes. La convulsión social, producto de las luchas cívicas por las regalías del once por ciento había quedado atrás y la ciudad se aprestaba al despegue de su desarrollo con el empuje del Comité de Obras Públicas y Coordecruz.

Además del fútbol, la práctica de otros deportes era muy extendida en diversos sectores de la población. No obstante, por eso años, no se contaba con un adecuado escenario que reúna las condiciones ideales para albergar la práctica de las diversas disciplinas, como el fútbol, el baloncesto o el boxeo.

El colegio Basilio de Cuéllar (un edificio con mucha historia en sus espaldas y que forma parte de las más antiguas edificaciones de Santa Cruz de la Sierra), la iglesia San Roque o una cancha improvisada de ladrillo en el edificio de la Policía eran algunos de los espacios donde se desarrollaban la práctica de varios de estos deportes.

El periodista deportivo Félix Chimba Arena recuerda que todas estas disciplinas, incluyendo el ciclismo, contaban con sus respectivas asociaciones, las cuales venían desarrollando sus actividades en estos lugares.

“Los dirigentes de estas asociaciones unieron sus esfuerzos y conformaron el Comité Departamental de Deportes, a la cabeza de Gilberto Menacho, Abraham Telchi, René Rendón, John Píctor Blanco y Eugenio Verde Ramo. Ellos tuvieron la iniciativa de impulsar una ley nacional que permitiera a las asociaciones contar con recursos para el deporte cruceño. Así se logró la Ley del Impuesto a la Papeleta Valorada, que obligaba a ceder un porcentaje de las ventas de bebidas alcohólicas al Comité”, explica el periodista.

Chimba rescata el alcance que tuvo la labor de esos grandes referentes de la dirigencia local en esos primeros años. “En esa época, cada uno de ellos iba en persona a cada boliche con su talonario de recibo y lo dejaba con el fin de recaudar el impuesto. De esa manera, lograron contar con los primeros recursos para dar avance a la labor del Comité”, complementa.

Aunque en un principio costó conseguir los recursos, el presidente del Congreso, Juan Lechín Oquendo, viabilizó la aprobación de la ley. Con esa norma se pudo recaudar el dinero suficiente para comprar un terreno ubicado entre las calles Ingavi y Ayacucho, donde se tenía planificado construir un escenario que pudiera aglutinar el trabajo de las diversas asociaciones.

“Con el dinero se logra adquirir ese terreno, que en un principio no tenía las mejores condiciones, puesto que antes era un basural y se encontraba en una pendiente. No parecía haber mucha esperanza de que allí funcionara algo, pero ellos fueron, de a poco, levantando la obra, consiguiendo la plata y empezando a dar forma al coliseo, que primero tuvo unas graderías de tablas”, añade Chimba.

La calle Ayacucho, por donde antes se ingresaba al coliseo Gilberto Pareja

Así llega el año 1962 cuando se juega el primer partido de baloncesto en el nuevo coliseo bautizado Gilberto Pareja. El torneo, organizado por la Asociación Cruceña de Basquetbol, tiene como su primer campeón de ese año a La Salle, mientras que en 1963, fue San Roque.

Sin embargo, durante el gobierno de Hugo Banzer Suárez, se anula la ley de la papeleta valorada meses antes de que La Paz sea sede de los Juegos Deportivos Bolivarianos en 1977. Banzer utilizó los fondos que le correspondían a Santa Cruz para que se refaccione el estadio Hernando Siles.  

Cambios

Ahí concluye una etapa, cuando toda infraestructura deportiva pasa a manos del Estado a través de la Secretaría General de Deportes, que en los siguientes gobiernos pasó a ser viceministerio y ministerio.

Después, el complejo deportivo fue construyéndose por fase, pues cada vez se sumaban más disciplinas en el lugar: ajedrez, esgrima, vóleibol, judo y pesas, entre otras.

El coliseo Gilberto Parejas también llegó a albergar diversas actividades artísticas, como festivales de música, de danza y espectáculos internacionales. Desde los años 60 hasta los 80 se llegaron a presentar artistas de renombre, como Palito Ortega, Los Iracundos, Los Gatos y Leo Dan. Asimismo, fueron famosas las jornadas de lucha libre que se vivían, entre contrincantes nacionales y del exterior.

A mediados de los años 90, una ley ordenó que los escenarios deportivos pasen a manos de las gobernaciones (prefecturas en ese entonces). La infraestructura mejoró y luego también se estancó, pero lo más preocupante fue que las disciplinas masivas que se practicaban el Gilberto Menacho no tuvieron más escenarios oficiales y las categorías más importantes del básquet y del voleibol (en el coliseo Eugenio Verde Ramo) se siguen jugando allí.

En el coliseo Eugenio Verde Ramo se desarrollan las actividades del voleibol

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