Thiago Nava Morales Suárez, con solo 11 años, se ha convertido en una de las figuras más destacadas del taekwondo en Bolivia. Estudiante del colegio Sagrado Corazón Sucre y miembro del club Guerrero Dragón, Thiago ha logrado conquistar los podios más importantes en su categoría (10 a 11 años), alzándose este 2025 como campeón departamental, nacional e internacional. Su dedicación y disciplina lo han llevado a superar todos los desafíos, destacándose no solo por sus logros, sino también por su actitud y compromiso.
Desde los 8 años, cuando dio sus primeros pasos en este arte marcial, Thiago ha demostrado una evolución constante. En sus primeros años ya fue campeón municipal, departamental y nacional en la categoría pre-infantil (8 a 9 años). Además, en 2024 recibió el reconocimiento como Mejor Deportista Kids de Sucre, un premio que se otorga solo a los dos mejores niños de cada disciplina, destacando su rendimiento deportivo y su constancia.
El entrenador Fabricio Lahor está siendo clave en la formación deportiva de Thiago.
Este año, su ascenso fue aún más notable. En mayo se coronó campeón departamental, y en agosto logró el título de campeón nacional en Santa Cruz, siendo el único atleta de Chuquisaca en obtener una medalla de oro para su delegación. A finales del mismo mes, participó en el Open del Sur en Arequipa, Perú, donde se consagró campeón internacional, ganando combates frente a representantes de Lima y Arequipa en un torneo avalado por la Federación Peruana de Taekwondo (FPTK).
Thiago reconoce que adaptarse a la categoría infantil no fue fácil al principio, pero con esfuerzo logró superar las dificultades. “Este año fue muy bueno para mí, en todos los torneos salí campeón. Me siento feliz porque logré conquistar todo en mi categoría”, afirma con orgullo. Su mayor anhelo es llegar a representar a Bolivia en los Juegos Olímpicos, un sueño que lo motiva a entrenar todos los días con disciplina y pasión.
El joven campeón agradece profundamente a su familia: a su padre Mauricio Nava Morales, quien lo acompaña en cada campeonato y entrenamiento, a su madre Silvia Suárez, y a su hermana Ariane, quienes lo animan constantemente. Con el apoyo de su entrenador Fabricio Lahor, su familia y su dedicación, Thiago Nava Morales se perfila como una promesa del deporte boliviano y un ejemplo de que los sueños se alcanzan con esfuerzo y corazón.
