Basta ver la emoción que siente y las ganas que le pone a su presentación en la modalidad Poonsae (demostración) para darse cuenta que ha encontrado su lugar en el taekwondo, donde a los 5 años está demostrando que es un campeón de la vida, siendo el más aplaudido en los dos únicos campeonatos que ha participado hasta el momento: el departamental, el 13 de agosto, y el nacional, el sábado. En este último fue ovacionado por más de 1.000 espectadores.
Emiliano Rodríguez, único deportista infantil parateakwondista del país, a cada paso que da con la caminadora da lecciones de vida, y lo trasmite a los amantes de este deporte, pese a la ataxia cerebelosa que padece, consistente en el control muscular deficiente que provoca dificultades para caminar y mantener el equilibrio, en la coordinación de las manos, en el habla y para tragar.
“Después de los dos años de edad, recién me dieron el diagnóstico de lo que tenía mi hijo y fue en Argentina. Es un niño con capacidades diferentes”, afirma su madre Alejandra Camacho, que disfruta y se emociona hasta las lágrimas cuando su pequeño avanza con la caminadora para llegar al centro del escenario y hacer la presentación en Poonsae. Agrega que le costó encontrar colegio para Emiliano. Ahora está en el pre-kinder Mundo Feliz.
“Recuerdo que en algunos lugares me rechazaron y en otros me pidieron que pague una profesora personal solo para él, hasta que llegué a su actual pre-kinder”, afirma la señora Alejandra, sorprendida de lo que su hijo ha logrado en tres meses en el taekwondo, un deporte que le sirve de terapia. Antes estuvo en natación e hizo equinoterapia.
Un ejemplo para sus compañeros
En el club Ryu, donde entrena, Emiliano es el adulado de sus compañeros, siendo un ejemplo para ellos y su entrenador, Ricardo Melendres. “El calentamiento previo lo hace sentado y luego sigue en parado con la caminadora, realizando los movimientos de sus compañeros. Siempre quiere ser el mejor”, afirma.
Cuando en el club hacen competencia y forman equipos, Emiliano es cotizado, lo quieren todos. “El tema es que este pequeño campeón los motiva a todos. Incluso cuando toca realizar kiorugui (combate) él también entra, pues sus pequeños amigos no le hacen daño, al contrario lo cuidan”, explica Melendres, encariñado con su pupilo.
Consciente de lo que está logrando este campeón en poco tiempo, el profesor se ha trazado como meta dar un paso más en el taekwondo paralímpico, competir fuera del país. “Emiliano puede hacerlo y por ello es que el objetivo es ese”, concluye. Por lo pronto, Emiliano seguirá dando lecciones de vida.
