Brenda Dorado es una joven delantera que se está abriendo espacio en Oriente Petrolero, además que ya también sabe de convocatorias a selecciones nacionales: es una de las futbolistas que viajará a Uruguay con el equipo tricolor Sub-19 para jugar el torneo sudamericano Conmebol Liga Evolución.
A Oriente llegó en 2021, antes estuvo en Real Santa Cruz, pero patea pelota desde que tenía 8 años. “Entrenaba con varones en una cancha de futsal. El profesor cobraba 5 bolivianos por clase, que duraba como dos o tres horas. Ahorraba de mi recreo para poder jugar”, recuerda Dorado. “Desde que tengo memoria me agrada el fútbol”, agrega.
Dorado, de 17 años, dice que del fútbol disfruta todo, desde exigirse a sí misma a cada instante, hasta no poder más, así como también aprender cada día algo nuevo. “Porque de eso trata: aprender y mejorar o perfeccionar. El fútbol es algo donde tu cuerpo se cansa físicamente pero te desestresa de lo cotidiano en tu vida”, asegura la goleadora.
Cuando jugaba fútbol de salón lo hacía como defensora, sus inicios en el fútbol fueron como lateral, también jugó al medio hasta que la pusieron de delantera. “Actualmente domino lo que es de medio atacante hasta extremos y centrodelantera”, indica la futbolista, que lleva anotado dos goles en el torneo local.
Dorado ha jugado en todos los partidos de la Primera A con Oriente y también participó en la Copa Simón Bolívar, donde las albiverdes llegaron hasta las semifinales. “El torneo de la Primera A lo veo competitivo, pero podría ser más exigente. Talento hay, pero habría que trabajar más, perfeccionarlo. Siento que podemos dar más”
Sobre su convocatoria a la selección nacional Sub-19, dice sentirse muy feliz de representar al país. “Llevar el escudo en el pecho es algo único y estoy orgullosa por poder portarlo, es algo que me va dar experiencia y sumar a lo que es la carrera en el fútbol”, asegura.
Algo que espera para el fútbol femenino del país es que sea visto y tomado en cuenta como el fútbol de varones. En lo personal, desea llegar a jugar en el exterior y, si se puede, sostenerse económicamente con su deporte favorito.
