Bolivia nunca ganó una medalla olímpica en su historia, siendo el único país sudamericano que no conoce el podio en el máximo evento deportivo del planeta. ¿Por qué? Son varios los factores que apuntan dirigentes, exautoridades y deportistas del deporte boliviano que hablaron con la agencia de noticias EFE.
Fue el mismo presidente del Comité Olímpico Boliviano (COB), Marco Arze, que explicó que el principal motivo es que «no hay una política de Estado clara con relación a los atletas, ni una inversión de recursos».
En ese sentido, Arze hizo una comparación con Ecuador, donde el Estado tiene un presupuesto para el deporte de 60 millones de dólares, mientras que en Bolivia ni siquiera se llega a un millón.
“A un atleta olímpico no se lo forma en un par de años. Necesitamos ocho años cuando menos de trabajo con todo lo que acabo de nombrar y podremos tener esperanzas de que las cosas puedan cambiar. Pero en tanto y en cuanto no se haga eso, no vamos a tener los resultados que esperamos”, agregó.
También se refirió al tema el ex Viceministro de Deportes Marcelo Ortubé, que aportó diciendo que hay otros problemas de fondo como la escasa planificación en la formación atlética en las escuelas y colegios que permitan identificar los talentos deportivos que en el futuro alcancen metas importantes para el país.
“No siempre se toma el deporte como una prioridad y socialmente no hay una cultura que valore y promueva el deporte de alto rendimiento”, apuntó Ortubé.
Coincidiendo y siendo más amplia en su declaración, la exmaratonista olímpica Geovana Irusta, apuntó que otro de los problemas, además de los citados anteriormente, es que la organización deportiva el país mantiene a “dirigentes perpetuos (en sus cargos)”.
“llegan muchas ayudas desde el exterior, pero que muchas no son bien encaminadas por los dirigentes, puesto que no llegan a los deportistas que realmente tienen talento y se sacrifican”, relevó Irusta.
También identificó la falta de apoyo económico, puesto que son los propios atletas y sus familias los que tienen que costear su alimentación, suplementos alimenticios, indumentaria, viajes y tratamientos médicos.
Con todos esos problemas es difícil que Bolivia pueda conseguir medallas a corto plazo, salvo que Héctor Garibay, el maratonista que se clasificó París por marca mínima, de la gran sorpresa y haga historia para el país.
Además de Garibay, representarán al país la también atleta Guadalupe Tórrez y los nadadores María José Ribera y Esteban Núñez del Prado.