Cuando tenía 32 años el mundo se le vino encima. Una caída de unos siete metros le provocó graves lesiones en su pierna derecha, por la que tuvo que pasar por 12 cirugías. Al final y tras dos años de lucha, el paceño Antonio Arauco Koester decidió amputarse esa parte de su cuerpo ante la sugerencia de los especialistas.
“Salvaron la pierna, pero quedó inservible. Por ello tomamos esa drástica decisión”, sostuvo el ahora deportista de carrera de largo aliento. Tras casi 15 años después que se dio la amputación en 2026, Arauco decidió dedicarse en 2020 a las pruebas de fondo.
Comenzó a correr luego de bajar 40 kilos y adquirir una prótesis especial, con la que ya ha competido en siete media maratones (21K) y una maratón (42,195K) en Buenos Aires (Argentina). “Era un gordito y así no podía correr. Tuve que hacer dieta”, sostuvo este campeón de la vida.
Antonio dio un ejemplo de vida el domingo al completar el recorrido de la GAC Porongo 21K, que se desarrolló entre la Plaza 24 de Septiembre y Porongo, con un tiempo de 2h04’. “La verdad que disfruto de las carreras y al mismo tiempo demuestro que en esta vida todo se puede con esfuerzo y dedicación”, agrega.
A sus 52 años, Antonio Arauco Koester tiene desafíos por delante, entre ellos varios deportivos, que se relacionan con seguir compitiendo a un buen nivel en las pruebas de largo aliento.