Después de algunos días, se dio a conocer un dato impresionante sobre la pelea entre Jake Paul y Mike Tyson que se realizó el pasado viernes 15 de noviembre en el AT&T Stadium en Texas, Estados Unidos. Netflix, la plataforma de streaming, que transmitió la pelea en vivo, dio a conocer que 108 millones de personas en todo el mundo vieron cómo la estrella de las redes sociales convertida en boxeador venció al ex campeón de peso pesado de 58 años.
Oficialmente esas cifras se basan en los recuentos de audiencia del país norteamericano propiciados por la empresa de análisis TVision y los datos propios de Netflix para el resto del mundo. La cifra que superó los cien millones, llegó dos días después de que la plataforma de streaming informó que 60 millones de sus hogares miembros en todo el mundo (aproximadamente uno de cada cinco titulares de suscripciones) vieron la pelea, con un pico de 65 millones de transmisiones simultáneas.
Esto colocó a la transmisión como el evento deportivo más visto en la historia de una plataforma de transmisión. Asimismo, en lo que respecta a la métrica estándar de vistas de Netflix (la visualización total dividida por tiempo de ejecución), el evento completo acumuló 46.6 millones de visualizaciones, desde el viernes 15 de noviembre hasta el domingo 17 de noviembre, por lo que esta cifra se declaró como el total más grande hasta la fecha para una presentación en vivo del servicio de streaming.
Antes de este encuentro estelar entre Paul y Tyson se transmitió la pelea de la campeona de peso superligero Katie Taylor y Amanda Serrano, en la que Taylor ganó por una controvertida decisión unánime y atrajo a 74 millones de espectadores en todo el mundo, de los cuales, 47 millones pertenecieron a los Estados Unidos.
Estos datos corresponden a la audiencia promedio por minuto (la medición de transmisión analógica más cercana a la televisión lineal) de TVision. Por lo que la pelea Taylor-Serrano se convirtió en el evento deportivo profesional femenino más visto en la historia de los EEUU. Aun cuando fue una transmisión en vivo con varias fallas, lo cual provocó que muchas personas de la audiencia se quejaran por problemas de buffering y audio durante los combates.
Además, se sabe que para esta pelea que se desarrolló en ocho asaltos de dos minutos, con nocauts permitidos, los boxeadores ganaron una cifra millonaria por subirse al cuadrilátero. Por una parte, algunos medios locales confirmaron que Jake Paul recibió USD 40 millones, mientras que Mike Tyson obtuvo USD 20 millones.