Durante los entrenamientos libres del Gran Premio de Bahréin 2025, Fernando Alonso, piloto de Aston Martin, enfrentó un incidente inusual cuando el volante de su monoplaza se desplazó de su lugar generando un susto tremendo en el piloto español y su equipo.
Apenas iniciada la segunda sesión de prácticas Alonso, el volante de su AMR25 se desprendió mientras conducía, dejándolo momentáneamente sin control. Aunque el percance ocurrió a baja velocidad y en una zona segura del circuito, el incidente fue catalogado como un «momento alarmante» por la Fórmula 1.
El equipo de Aston Martin actuó rápidamente, reemplazando las partes afectadas del sistema de dirección, lo que permitió a Alonso continuar con la sesión.
En declaraciones posteriores, el piloto español agradeció al equipo por su pronta respuesta y explicó que el problema se debió a un fallo en la conexión entre el volante y la columna de dirección.
Entre tanto, durante la segunda sesión de ensayos, Oscar Piastri, piloto de McLaren, fue el más destacado, ya que logró el mejor tiempo del día con una vuelta de 1:30.505, superando a su compañero de equipo Lando Norris por una décima y media. Este desempeño marcó un claro dominio de McLaren, que ocupó las dos primeras posiciones en la tabla de tiempo.
El Gran Premio de Bahréin 2025 se llevará a cabo este domingo 13 de abril en el Circuito Internacional de Sakhir. La carrera está programada para comenzar a las 17:00 hora local (11:00 hora de Bolivia). Será una emocionante prueba de 57 vueltas en este icónico trazado del desierto.
El Circuito Internacional de Bahréin, ubicado en el desierto de Sakhir, es conocido por su diseño técnico y sus condiciones únicas. Tiene una longitud de 5,412 kilómetros y cuenta con 15 curvas, la mayoría hacia la derecha. Una de sus características más destacadas es la larga recta principal, que ofrece oportunidades para adelantamientos emocionantes. Además, la pista está hecha de grauvaca, un material importado de Inglaterra que proporciona un excelente agarre.
El circuito también enfrenta desafíos ambientales, como las altas temperaturas y la arena del desierto, que pueden afectar la aerodinámica y el rendimiento de los autos. Desde 2014, las carreras se celebran bajo iluminación nocturna, lo que añade un espectáculo visual impresionante
