Un ejemplo claro de que se puede combinar la pasión por una disciplina y la profesión de una carrera universitaria es la tarijeña Rocío del Valle Romero Osorio, que ejerce de abogada, tiene un club de taekwondo y se da modos para entrenarse y ser campeona nacional de este deporte.
Comenzó a entrenarse a los 8 años en el taekwondo, obteniendo títulos nacionales desde 2012 en diferentes categorías: junior, infantil y absoluto. También ha integrado varias selecciones bolivianas, representando al país en campeonatos internacionales, como los recientes Juegos Suramericanos 2022, de Asunción (Paraguay).
“Me tomé la revancha, pues para los Bolivarianos 2022 no pude clasificarme. Luego vinieron los Suramericanos y ahí si estuve compitiendo en la categoría 67 kilogramos, categoría olímpica”, sostuvo Romero, que ahora apunta a integrar la selección boliviana que buscará estar en los Panamericanos 2023, de Santiago de Chile.
Con 28 años recién cumplidos, Rocío del Valle ejerce la profesión de abogada desde 2017, título que obtuvo en la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho. Trabaja en su bufete de 8:00 a 16:00. Luego da clases de taekwondo en su club Leones de Tarija, de 16:00 a 20:00. “Entreno a niños desde los 4 años y a jóvenes hasta los 18 años”.
Pese a estas dos ocupaciones no descuida su entrenamiento, en especial cuando se acercan los nacionales. “Por las mañanas me entreno una hora y media y por las noches casi dos horas”, explica esta campeona, que buscará cumplir su sueño de lograr un cupo para los Panamericanos. “Es complicado, pero para ello me entreno. Si se da mi clasificación para los Panamericanos, luego apostaré para los Juegos Olímpicos de París 2024”.