Aún está digiriendo todo lo sucedido, en el que estuvo en peligro su vida, y por ello este jueves no dio un veredicto de cuándo volverá a correr. Roberto Callejas no olvidará nunca el 25 de junio, día en el que sufrió una caída cuando disputaba la punta en la primera manga de la MX-1 de la cuarta fecha Nacional de Motociclismo, en el circuito Quintanilla de Cochabamba. Tras el accidente quedó inconsciente, con fractura de la mandíbula y conmoción cerebral.
Hasta ese momento, todo iba de maravilla, pues un día antes, se había impuesto en la Open 650cc, la categoría de mayor potencia de enduro, manteniendo el liderazgo en el ranking Nacional. Quedaban las dos mangas de la MX-1 de cross, donde también era líder, pues ahora pasó a ser segundo. En la primera largó con todo como lo viene haciendo este año, pero sufrió una caída a falta de tres vueltas para acabar la manga, instantes en que disputaba el primer puesto.
Allí sufrió una caída aparatosa, que son accidentes a los que los pilotos de motociclismo están expuestos, pero que por lo general no son graves. Para mala suerte de Callejas, la moto cayó sobre su cabeza, y ahí vino lo peor y la desesperación de sus familiares, amigos y espectadores, pues por el golpe perdió el conocimiento durante varias horas.
Un día después, cuando aún seguía aturdido y no recordaba varias cosas por la conmoción cerebral, el piloto cruceño tuvo que pasar por el quirófano para que le reconstruyan la mandíbula, que se había partido en dos. “Gracias a Dios cuento con una familia maravillosa que siempre estuvo a mi lado y solo puedo darles las gracias. Empecé la recuperación incierta, ya que, además de la fractura, sufrí una conmoción por lo cual perdí el conocimiento y olvidé muchas cosas. A medida que pasaban los días de a poco fui entrando en sí y de a poco volviendo a sentirme yo”, relata.
Agrega que “pasé momentos muy difíciles en el cual tuve la oportunidad de ver la vida desde otra perspectiva y valorar lo poco que uno tiene. Hoy un poco mejor, seguimos con la recuperación trabajando. Tras la fractura de mandíbula y la conmoción cerebral, mi futuro es incierto, pero si algo me ha forjado la vida es a nunca rendirme. A casi de un mes desde mi accidente, hoy solo puedo darle gracias a Dios por estar vivo”.
La recuperación
Tras la cirugía, Roberto estuvo dos semanas sin hablar, con ligas en la boca, que no podía abrir. Se alimentaba con líquidos y licuados. Ahora poco a poco está volviendo a la normalidad, pues ya puede comer alimentos blandos, pues todavía no puede masticar. Recuperarse de este tipo de lesiones tarda entre 60 a 70 días. Me faltan más exámenes y visitar al doctor para hablar con argumentos de mi futuro”, concluyó Callejas, que hasta la fecha cumplía una de las mejores temporadas de su carrera deportiva.