Con la mira puesta en los Panamericanos de Paraguay y, a largo plazo, en los Juegos Olímpicos, el joven tirador boliviano Robertito Parra se prepara intensamente, respaldado por la guía y el apoyo incondicional de su padre, Roberto Parra, quien también es su principal compañero de entrenamiento.
En una charla con Podio, Robertito destacó el valor de entrenar junto a su padre: «Me gusta ir a competir. Entrenar con él me ayuda harto, porque él también ha progresado y le está yendo muy bien. Le da un toque único». El joven atleta también compartió su experiencia «inolvidable» en el Shooting Trap Data Junior Camp de Italia en 2023, donde aprendió nuevas técnicas de concentración y calentamiento.
Su padre, por su parte, expresó su orgullo y emoción al ver el empeño de su hijo. «A su corta edad, entrenamos cinco veces a la semana. Él tiene las ganas, está positivo en esto y ve que hay futuro en este deporte», afirmó Roberto Parra, reconociendo el alto nivel competitivo que se requiere a nivel mundial y la naturaleza olímpica del tiro al vuelo. Su mayor sueño es ver a su hijo competir en unas olimpiadas, y resalta la «voluntad y el deseo de superarse» de Robertito.
Para prepararse, Robertito equilibra sus entrenamientos. Practica en solitario para mejorar la concentración, un factor clave en esta disciplina, pero también se mide con otros compañeros para simular la presión, la bulla y las condiciones de un campeonato.
Ambos están listos para viajar a Paraguay el 7 de agosto, dos días antes del inicio de los Panamericanos el 9 de agosto. La decisión de llegar con anticipación es estratégica, ya que buscan probar la cancha y adaptarse a las condiciones específicas de viento e iluminación, elementos cruciales que pueden influir en el desempeño. La preparación también ha sido posible gracias a una nueva fosa olímpica que se construyó en Bolivia, con el esfuerzo de la comunidad, lo que permite un entrenamiento más profesional.
