El Rally de Chile espera desde este jueves a los aspirantes al título mundial para empezar a definir qué pilotos llegarán a Centroeuropa y Japón todavía con opciones de campeonar.
En total serán 16 tramos los que cubrirán una superficie competitiva de 306,76 kilómetros en los característicos caminos de tierra suelta y la amenaza de la posibilidad de las tempranas lluvias de la primavera en el hemisferio sur. El año pasado, sin la lluvia, dejó a muchos competidores ligeramente contrariados al tener un desgaste mucho más alto del esperado en las gomas.
La prueba volverá a tener como centro neurálgico la localidad de Concepción, a unos 500 kilómetros al sur de la capital (Santiago) y utilizando el pulmón natural de la Región del Bío Bío. La salida ceremonial se realizará en la Plaza de la Independencia en Concepción, el jueves por la noche.
El viernes comenzará la acción con el tramo de Pulpería (19,72 kilómetros) como primera prueba de fuego antes de recorrer los 93,04 kilómetros de las cinco especiales restantes del día. El sábado marca el día más largo del rally, con seis tramos que cubren 139,20 kilómetros repartidos en dos bucles de tres tramos cada uno, empleando algunas secciones de años anteriores.
Pilotos a seguir
Toyota, segundo en el campeonato de constructores, tendrá en pista a Kalle Rovanperä, Elfyn Evans y el multicampeón Sebastien Ogier.
El francés Ogier -ocho veces monarca del mundo- es la gran sorpresa, ya que no se presupuestaba su viaje a Chile. Pero sus buenos resultados llevaron al Team nipón a apostar por él.
Hyundai, actual líder del Mundial de Rally, también llegó a Chile con tres binomios comandados por los pilotos Thierry Neuville, Ott Tänak y Esapekka Lappi.
Por último, Ford también dispondrá de tres vehículos en el WRC Chile: los de los pilotos Adrien Fourmaux, Grégoire Munster y el joven letón Mārtiņš Sesks.
