No se conformarán solo con participar en los Juegos Olímpicos de París 2024, y al contrario ambos nadadores ya han adelantado que sus objetivos son mejorar sus marcas. Para lograrlo, los bolivianos Esteban Núñez del Prado y María José Ribera se están topando con un inesperado enemigo, La Defénse Arena de París, la piscina considerada lenta y antirécords.
Las quejas comenzaron a darse desde los primeros entrenamientos de los competidores, y los argumentos de las críticas tienen base sólida. La profundidad de la piscina solo llega a los 2,15 metros, lo que dificultad que los competidores realicen grandes tiempos.
¿Cuál es el motivo? A una mayor profundidad se rebaja la turbulencia y limpia el agua, frenando en menor medida el deslizamiento del cuerpo. En resumen, mientras que más profunda es la piscina, mejor circula el agua y genera menos resistencia en los cuerpos de los nadadores.
El primero de los nadadores bolivianos en entrar en acción en La Defénse Arena de París será Núñez del Prado, que participará el 1 de agosto (5:00 HB, 12:00 HF) en la prueba de los 200 metros combinados. El tiempo personal con el que llega y que le significó adueñarse de la tarjeta de invitación es de 2’04”56.
El 3 de agosto (5:00 HB, 12:00 HF) será el turno de Ribera, que apuesta a superar los 25”73 en la prueba de los 50 metros libre. La abanderada boliviana femenina en los JJOO ya sabe lo que es nadar en La Defénse Arena de París, pues en estos días, al igual que Núñez del Prado, se ha estado entrenando allí.
