La raquetbolista María José Vargas vive el mejor momento de su carrera: conquistó el título mundial en los World Games, celebrados en China, escribiendo así una nueva página dorada para el ráquetbol latinoamericano. Con una mezcla de talento, esfuerzo y resiliencia, la cruceña, que representa a la Argentina, demostró que los sueños se cumplen… incluso después de ser madre de tres hijos.
Tras consagrarse campeona, María José compartió un emotivo mensaje en sus redes, agradeciendo a quienes la acompañaron en el camino. En primer lugar, a su esposo Pablo Guardia, a quien calificó como «el motor principal» de su vida y su carrera deportiva: “Gracias Pablo por acompañarme en este camino. Sos mi alma gemela, hoy y siempre. Todos estos logros también son tuyos”, expresó con emoción.
La deportista también agradeció a sus tres hijos, a quienes llama «mis bendiciones», y a sus padres, Jaime Emilio Vargas Pinto y Cuty Parada, quienes le enseñaron a luchar desde siempre.
Su camino no fue fácil. Aunque inicialmente compitió por Bolivia, María José tomó la decisión de representar a Argentina, país que le ofreció un proyecto sólido y el respaldo necesario para alcanzar sus metas. Hoy, esa apuesta rinde frutos: Vargas está en la cima del ranking internacional y se consagra como una de las grandes figuras del ráquetbol mundial.
“Mis primeros World Games… no saben cuánto esperé este momento. Como dicen, la tercera es la vencida. No los pude jugar antes por mis embarazos, pero siempre los tiempos son perfectos”, compartió. También hubo palabras para su compañero de dobles, el boliviano-argentino Diego García Quispe, con quien compitió con garra y talento: “No se pudo el oro, pero siempre hay revancha. Gracias por darlo todo, Diego”.
María José Vargas (centro) en los más alto del podio de los World Games.
La victoria de Vargas no fue la única alegría para Bolivia en los Juegos Mundiales: el chuquisaqueño Conrrado Moscoso también subió al podio más alto en singles, dejando en claro que el ráquetbol boliviano sigue brillando a nivel planetario.
María José Vargas no solo es una campeona dentro de la cancha. Es un ejemplo de lucha, disciplina y pasión. Una madre, esposa y atleta que nunca renunció a sus sueños… y que hoy celebra en lo más alto del mundo.
