Demostró ser el equipo más sólido y estuvo a punto de lograr la nota perfecta. El equipo cruceño Leones de Hamacas se consagró campeón, la mañana del domingo, en el marco de la Liga de Basquetbol Menor (Libomenor) categoría U14 damas, luego de ganar a 4 de sus cinco rivales. Es segundo lugar fue para el cuadro cochabambino Olimpic y el tercer puesto para el anfitrión Orca.
Una celebración agridulce
Leones de Hamacas, que es dirigido técnicamente por José Camacho, llegó la última jornada con estadísticas perfectas, ya que había superado la primera fase jugada en Montero ganando sus 3 partidos; en la segunda que se jugó en Potosí también ganó sus tres compromisos y hasta ayer ya había ganado cuatro duelos de la fase final. Pero en la quinta fecha se topó con un rival conocido: Orca y perdió (47-43).
La corona ya estaba asegurada, pero el festejo hubiese sido mejor si terminaban invictas, si ganaban el día de la premiación y si superaban a Orca, que se está convirtiendo en su clásico rival.
Suman partidos entre sí
Los clubes Orca y Leones, ambos de Santa Cruz, ya se habían enfrentado en los últimos meses en torneos oficiales de la misma categoría y con casi las mismas alineaciones . En septiembre se toparon en un nacional en Trinidad, donde Orca ganó a Leones en la primera fase, pero Leones se tomo la revancha en la final. En noviembre se volvieron a ver las caras en la primera fase de clasificación de la Libomenor y Leones volvió a ganar.
Un partido intenso
El encuentro del domingo entre Leones y Orca fue digno de una final, ya que la diferencia en el marcador siempre fue corta, se observó genialidades y mucha entrega, así como nervios y llantos. Ambos se entregaron al máximo y pudieron ser justos ganadores, pero Orca estuvo más acertado al final con Berit Farel erigiéndose como figura, acompañada de todo el equipo que se entregó al máximo.
‘La cereza en la torta’ la puso Diandy Pedraza, pues cuando quedaban 3 segundos para el final y Orca estaba 44 a 43 arriba, se tuvo confianza, paso la media cancha y logró un espectacular triple, matizado por el pitazo final y el griterío generalizado.