La pelea entre el ex campeón del mundo Mike Tyson y Jake Paul, quien poco a poco se va labrando una carrera en el boxeo, es avalada como un combate profesional, aunque con algunas reglas que se implementaron que la hacen diferentes.
Desde que se anunció, la pelea tuvo un tinte de show mediático por lo que significan los personajes que se enfrentarán este 16 de noviembre en el estadio AT&T de Arlington de Texas (EEUU).
Sin embargo, lo primero que hay que comentar es que esta pelea ha sido sancionada como profesional, por lo que se espera una duelo real entre ambos contendientes. La pelea ya está registrada en BoxRec y computará para el récord de ambos. Es decir, no se trata de una exhibición como sí lo fue la del propio Tyson contra Roy Jones en 2020.
El combate es en la categoría de peso pesado (primera vez para Paul) y está programado a ocho asaltos, aunque como cualquier pelea profesional podría terminar antes de llegarse a la distancia si se produce un KO. De lo contrario, el resultado lo determinarán los jueces a través de sus tarjetas de puntuación.
La pelea se disputará en asaltos de dos minutos, en lugar de los tres minutos habituales del boxeo masculino. Es decir, tendremos un 8×2 en lugar del clásico 12×3 de cualquier pelea por un título mundial. Según Tyson, “quería los rounds más cortos porque quería más acción. Si solo tenemos dos minutos, pelearemos más”.
El tema de los guantes es otra de las singularidades de esta pelea. En el peso pesado normalmente se utilizan guantes de 10 onzas, pero Paul y Tyson emplearán guantes de 14 onzas en esta ocasión. El uso de los de 14 onzas -más grande y capeado- es más habitual para entrenamiento general y sparring (también de 16). La idea es proteger a ambos púgiles, pero no se utilizará casco, como cuando entrenan.