La cuenta regresiva ya está en 3, para el inicio del Campus de Básquetbol de Huevo Sánchez este jueves 22 en el coliseo Gilberto Pareja de la calle Ingavi. El experimentado formador de talentos llegará a Santa Cruz el miércoles por la madrugada acompañado de su hijo Mariano, con la convicción de marcar un antes y un después en la vida deportiva de los participantes. Todavía quedan algunos cupos y los interesados en inscribirse debe llamar al 70819291.
El famoso campamento de Huevo Sánchez se realizará desde el jueves y hasta el domingo y será una oportunidad de oro para quienes participen, pues busca mejorar la técnica individual de los basquetbolistas bolivianos. “Vamos a hacer hincapié en fundamentos y técnica individual; pases, lanzamiento destreza, uno contra uno, defensa, gesto, postura, defensa colectiva, entre otros aspectos del básquet internacional y competitivo”, comentó Huevo a podio.bo.
Esta capacitación se realiza desde 1988, todos los años en Argentina y diversos países de Latinoamérica. En Buenos Aires, por ejemplo, es muy demandada y llega a costar unos 500 dólares la inscripción, qué sumados a los pasajes y estadía, la inversión de un boliviano supera los 1.000 dólares. Aquí no costará ni un tercio de ello. “A los participantes les vamos a entregar todo lo que sé del básquet formativo, tendrán 35 años de experiencia a su alcance. Es difícil calcular cuántos campus hemos desarrollado, pero los que sí sé es que pasaron más de 1.200 basquetbolistas por nuestras manos. No pierdan esta oportunidad”, acotó Huevo.
Se trata de un curso intensivo, por ello todos los deportistas deberán asistir de 9:00 a 11:30 y de 15:00 a 17:30 desde el jueves hasta el sábado; mientras que el domingo todos trabajarán sólo por la mañana. Para Huevo Sánchez este también será su regreso a las capacitaciones, puesto que las últimas que realizó fueron en enero en Mar del Plata y en febrero en Buenos Aires, después se sometió a una cirugía “porque me detectaron una estenosis órtica moderada, que luego se hizo severa y finalmente se debía operar cuanto antes. Por suerte no volví a dirigir, porque el estrés podía haber provocado una muerte súbita. Ahora camino casi 7 kilómetros diariamente y me siento muy bien”, resumió su reciente paso por el quirófano.