En una definición espectacular y de infarto terminó la Ultramaratón Kuntur Backyard de Samaipata, donde la atleta chuquisaqueña Rossy Cuéllar inscribió su nombre en la historia del deporte nacional al convertirse en la primera mujer en correr durante 25 horas, logrando un nuevo record nacional. Esta prueba fue espectacular porque comenzó el viernes y terminó este sábado casi por caer la noche en la comunidad Lagunitas.
Sin uñas en dos dedos de los pies y con unas sandalias en lugar de zapatillas fue la imagen heroica de Cuéllar llegando a la meta después de más de un día de competencia y 160 kilómetros de recorrido, algo sin precedentes porque superó a mujeres y hombres en una carrera espectacular.
El final de la Kuntur Backyard (tercera fecha de la temporada de Ultramaratón) fue de infarto porque tres atletas mostraron una entrega que pareció superar lo humanamente posible al completar y superar 24 hora de carrera casi ininterrumpida. Rossy Cuéllar, José Luis Guzmán y el argentino Alex Lusaint corrieron más de un día entero. La chuquisaqueña fue la última que quedó en pie.
La carrera comenzó con 100 participantes y terminó con tres atletas de élite peleando por el primer lugar, aunque en realidad el objetivo era cumplir 24 horas de carrera en un circuito de 6.7 kilómetros que marcó la organización en Lagunitas, que está ubicada a 17 kilómetros de la plaza principal de Samaipata.
Estos guerreros superaron todos los obstáculos que se presentaron, ya que se enfrentaron a un clima cambiante. El viernes, cuando comenzó la prueba a las 16:00, la temperatura superaba los 25 grados con un sol intenso, pero luego debieron adaptarse al frío de 15 grados que hubo en la noche y en la madrugada de este sábado, sumando a ello el duro rival que fue el intenso viento que levantaba polvo y enfriaba cada vez más el ambiente; además de pelear contra el desvelo en la madrugada cuando el cuerpo pide descanso.
Después del mediodía de este sábado, en lo que eran las últimas horas de la prueba, el sol ya brillaba con intensidad y el calor volvió a ser un duro rival a vencer debido a la deshidratación, por lo que parecía que el físico ya no resistía.
Cumplida la vuelta 22 (es decir 22 horas de carrera), Rossy Cuéllar dijo basta, no aguantaba más el dolor porque se reventó dos dedos (uno en cada pie); sin embargo, el apoyo de la gente y las palabras de superación que le dio Iso Yucra, organizador la Ultramaratón, la motivó y después de vendarse ambos pies decidió correr de sandalias, sí, dejó de lado los zapatos que ya no soportaba y ante la admiración de todos siguió hasta cumplir la misión.
Mientras tanto, en la vuelta 23 el que parecía que no daba más fue José Luis Guzmán, que también decidió no seguir porque tenía un dolor fuerte en la rodilla derecha que lo obligó a sentarse y decir «basta», pero nuevamente la motivación de Yucra hizo que el cochabambino continúe, luego de que le hicieran algunos masajes y le colocaran algo de hielo por unos minutos.
Mientras tanto el argentino Lusaint seguía a paso firme con una estrategia que respetó de principio a fin. Sostuvo un mismo ritmo, controlado todo el tiempo con su cronómetro, por lo que casi siempre llegó en 50 minutos.
El objetivo era la vuelta 24 y sólo faltaba el último aliento, no había lugar para desistir, por eso esta parte fue una definición emocionante, ya que Rossy Cuéllar ‘voló’, fue la primera que apareció a la vista desde la meta. Había dejado muy atrás a Guzmán y Lusaint, a los que les sacó más de 10 minutos de ventaja. El tiempo de la chuquisaqueña en el recorrido de 6.7 kilómetros fue de 32 minutos, el más rápido de la carrera. Hasta ahí ya fue ‘Bestial’ lo demostrado por la deportista de 29 años.
Pero faltaba más, el título: esta pelea sería entre dos
Nadie tenía en mente que se llegue a correr 24 horas y mucho menos que se supere este tiempo, pero ocurrió. Desde las 17:00 de este sábado hubo un duelo entre dos: Lusaint y Cuéllar; sí, la dama boliviana no se rendía y quería subir a lo más alto del podio.
El que no pudo más fue Guzmán, que cumplió el objetivo y decidió no seguir para disputar el primer lugar de la competencia. Su decisión fue acertada porque estaba con una fuerte molestia muscular en la pierna derecha.
«Con ese corazón de Rossy Cuéllar Bolivia gana el Mundial», dijo sorprendido y emocionado Agustín Martino, uno de los participantes argentinos que corrió 15 vueltas y que luego estuvo como espectador hasta el final.
«Una vuelta más», el eslogan de Ultramaraton Bolivia fue la motivación que tenían los dos ‘sobrevivientes’, pero sólo Cuéllar pudo cumplirlo porque completó la vuelta 25, mientras que Lusaint no pudo más y se rindió a medio camino, por lo que tuvo que ser auxiliado en un móvil de la organización que lo llevó a la meta. Con esa imagen, el final estaba cantado y solo se esperaba que la boliviana aparezca en la última escena.
Y así fue, la campeona no aflojó el ritmo y llegó ante los aplausos y gritos de aliento de los espectadores que hicieron un ‘caminito’ para recibirla mientras llegaba para tocar la campana final.
Con el triunfo, Rossy impuso un nuevo récord nacional que lo tenía el argentino Franco Denigri (17 vueltas) desde la anterior Ultranmaratón de Mallasa, en La Paz.
