El último año ha sido lleno de sufrimiento en la vida privada y deportiva de una de las mejores jugadoras de la historia del fútbol femenino de Bolivia. Maitte Zamorano hace más de un año perdió a su hermano Jhon, de 41 años. Él era fisioterapeuta y la persona que la atendía en caso de lesiones. Fue un golpe durísimo y le costó levantarse. Cuando ya estaba restableciéndose vino otro trauma, esta vez se rompió los ligamentos y menisco de la rodilla derecha, una de las lesiones más temidas del fútbol.
Otra vez a remar contra la corriente. Esta vez, huérfana de ayuda, de instituciones que deberían respaldarla, como la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). Un apoyo que no está normado en los reglamentos, pero que, por compromiso, debería darse por todo lo que le dio Maitte al fútbol femenino.
Donde sí encontró respaldo fue en su club ITA, en los amigos y amigas que le dio la vida, y en personas “que no conozco, pero que me colaboraron”, dijo la eterna goleadora, ya con 25 años en el fútbol y antes nunca había tenido una lesión tan grave. Hasta el año pasado gastó más de Bs 30.000, gran parte de ello lo recaudó con aportes personales, kermés, rifas y torneos relámpagos.
Tres cirugías
Luego de la cirugía, que se la hicieron el 26 de febrero de 2021, no acabó la odisea de Maitte, ya que cuando todo parecía bien, casi dos meses después, tuvo que ser intervenida por fibrosis (es la disposición del tejido conectivo que ocurre como parte de la cura normal). El 30 de mayo se dio la tercera operación en la misma rodilla, por una infección, que rara vez sucede. “Fue increíble lo que me pasó. Con todo lo sucedido ya no volveré a las canchas en septiembre, como estaba planificado. Con las tres cirugías la idea es regresar a finales de año. Ahora estoy centrada en mi recuperación”, afirmó, sin dudar un instante.
Este año, cada vez mejor, Zamorano sueña con jugar un año más en la selección boliviana, para disputar la Copa América Femenina. “Pese a las tres cirugías, nunca pensé en dejarlo todo, al contrario, espero con ansías el día de mi regreso”, afirmó la atacante, que luego da un dato increíble, del que se siente orgullosa: “en toda mi carrera en la Liga Femenina de Santa Cruz debo tener unos 800 goles convertidos”.
Datos de una crack
Sus inicios
Comenzó a jugar fútbol en la ciudad de Camiri, donde vivió hasta los 13 años. Luego se vino a Santa Cruz. “Jugaba en la calle con mis amigos”, recuerda la artillera.
Su mejor gol
Lo marcó en la Libertadores de 2018, en el partido entre ITA y Sport Girls, de Perú. “Arranqué de media cancha, dejé en el camino a cinco rivales y definí cruzado”, dijo.
Destacada
Compitió en atletismo (10 años) y en básquet, futsal y fútbol (25 años). En atletismo recibió 6 Victoria Alada y 4 premios Iyambae. En fútbol fueron 8 Victoria Alada.
Goleadora
En dos años acabó como la artillera de la Copa Libertadores. En 2013, anotó 7 goles para Mundo Futuro, mientras que en 2017 marcó cuatro tantos para Deportivo ITA.
Fuente: Juan Carlos Montaño