En el fútbol femenino boliviano, un nombre resuena con fuerza y personalidad: Constanza Molina. A sus 20 años, esta futbolista chilena no solo deslumbra con su velocidad y olfato goleador, sino que también desafía prejuicios y se convierte en símbolo de una nueva generación que juega con el corazón y vive con autenticidad.
Molina se sumó al plantel de Always Ready como refuerzo en la Liga Femenina. Su impacto fue inmediato: debut con doblete ante FC Universitario y una adaptación que, pese a los desafíos de la altura, sorprendió incluso a los más escépticos. “De 0 a 4.000 metros fue impresionante. Me cansaba solo con ordenar mis cosas… pero poco a poco me fui acomodando”, relató Molina.
Pero detrás de la futbolista hay una historia de esfuerzo, de decisiones difíciles y de identidad. Nacida el 25 de mayo de 2005 en Arica, Constanza creció entre bicicletas, balones y tardes interminables de fútbol callejero junto a sus primos. “Me crié con ellos, hacía todo lo que ellos hacían: andaba en bici, jugaba a la pelota, me subía al skate… así empezó todo”, recordó.
Su talento fue cultivado en las inferiores de San Marcos de Arica, y pronto comenzaron a llegar las oportunidades: Deportes Iquique, Antofagasta, Coquimbo Unido. Sin embargo, el salto al profesionalismo siempre se vio postergado por una razón humana: el apego a su familia. “Siempre tuve propuestas, pero no me animaba a salir por mi mamá, por mi familia. Ahora, con su apoyo y el de mi pareja, pude armarme de valor”.
Ese valor la trajo hasta Bolivia, donde encontró su espacio y un objetivo claro: clasificar con Always Ready a la Copa Libertadores Femenina, que se disputará en octubre en Argentina. Misión cumplida.
Pero junto al reconocimiento deportivo, también llegó la exposición. En torno a Constanza se generó una polémica por su identidad de género, a la que ella ha respondido con la misma firmeza con la que ataca en el campo: “Me gusta que me digan él”, declaró sin rodeos. Y aunque algunas voces se han levantado para cuestionarla, prefiere enfocarse en lo que realmente importa: su presente como futbolista. “No le doy importancia a esos comentarios. Vine a cumplir un objetivo y lo logré”.
