El boxeador boliviano-español Ricardo Fernández, conocido por su apodo «Mateo», ofreció una actuación memorable en Estados Unidos, logrando un espectacular nocaut ante el mexicano Alan García. La pelea, que se celebró en el Centro del Antiguo Pueblo de Oklahoma, fue un duelo intenso donde Fernández demostró su potencia y técnica en el ring, sellando su victoria con un KO en el segundo asalto, ante un García de 21 años, que venía invicto en 14 choques, con 11 KO a su favor.
El entrenador de Mateo, José Ignacio Barrruetabeña, seguía el combate en su casa de Villamediana de Iregua, en La Rioja. «Lo habíamos hablado: era importante pasar del cuarto asalto sin recibir mucho castigo, tapadito, y atacar desde ese momento. García es un noqueador, se tira con los golpes, descuida la guardia. Esa era la oportunidad’; comentaba hoy aún emocionado.
Mateo presiona a sus rivales sin descanso. Habitualmente, incrementa esa presión en los rounds en los que el cansancio resulta determinante. Los comentaristas de la ESPN comprobaron cómo comenzaba a suceder así en el quinto round de los ocho previstos. El riojano llevó a García contra las cuerdas, amagó, se mantuvo en su distancia, y lanzó un gancho de derecha que mandó al prospecto estadounidense al país de los sueños cuando faltaban 30 segundos para que sonara la campana. Visiblemente dañado, García no pudo incorporarse.
El combate atrajo la atención de los aficionados debido al calibre de ambos boxeadores, pero fue Fernández quien se destacó al derribar a García con una serie de golpes demoledores que dejaron sin respuesta a su oponente. Esta victoria no solo representa un paso adelante en la carrera de Fernández, sino que también le abre puertas para futuras peleas en el exigente circuito del boxeo internacional.
«Ha sido una preparación muy dura. Sal a correr a las tres de la madrugada, vete a trabajar a las cinco y media, termina y vente al gimnasio, echa la siesta y regresa al gimnasio. Todos los días. Se lo merece todo», desgrana Barruetabeña.
Este nocaut resonó en la comunidad del boxeo, consolidando a Ricardo Fernández como una de las grandes promesas del deporte. Su actuación en Oklahoma fue un claro mensaje de que está listo para enfrentar mayores desafíos y seguir escalando en el ranking mundial.
Fernández, púgil nacido en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y logroñés de adopción se postula a KO del año.