La selección Bolivia WBC cerró con orgullo su participación en el Primer Mundial Amateur de la WBC, disputado en Tijuana, México, logrando dos medallas de plata en una competencia marcada por la intensidad y las decisiones polémicas de los jueces locales.
Los protagonistas de estas preseas fueron Eiser Ortiz, en la categoría 70 kilogramos, y Juliana Velásquez, en 70 kilogramos juvenil, quienes llegaron hasta las finales y pelearon por el título mundial dejando todo sobre el ring. Ambos cayeron por decisiones ajustadas, pero se ganaron el respeto y la admiración del público por su valentía y nivel técnico.
En las jornadas previas, José María Núñez, Sebastián Daza y Leonardo Cartagena alcanzaron las semifinales, mostrando una destacada actuación que confirmó el crecimiento del boxeo amateur boliviano en la arena internacional. Su entrega y disciplina fueron reconocidas por los organizadores del torneo.
La participación de la selección fue posible gracias al esfuerzo conjunto de los propios deportistas, quienes reunieron recursos mediante rifas, ventas de refrescos y sándwiches, demostrando que los sueños pueden cumplirse con sacrificio, unidad y pasión por el deporte.
La delegación nacional estuvo compuesta por 13 personas, entre ellas 10 boxeadores y el entrenador Elvis Verástegui, quien valoró la experiencia como un paso clave en el proceso de desarrollo del boxeo nacional y en la consolidación del equipo WBC Bolivia.
El grupo también contó con el apoyo de Míster Jiba, Mundo Virtual Construcción, Grupo Alcione Comercio Exterior, JF Boxing y Suerox, empresas que apostaron por el talento nacional. Con estas dos medallas de plata y tres semifinalistas, Bolivia dejó huella en Tijuana y demostró que puede pelear de igual a igual con los mejores del mundo.










