Foto: De izquierda a derecha: Raschell Saavedra, Mariela Masabi y Wendy Campos
El equipo de Blooming Femenino ha realizado una buena campaña en la primera fase de la Primera A femenina, ya tiene asegurado un lugar en la liguilla por el título. Por el momento está sexto en la tabla de posiciones y, además, es uno de los equipos con menos goles en contra en lo que va del torneo, con solo 11 tantos recibidos en 14 partidos.
Blooming es dirigido por Napoleón Cardozo, quien indicó que en esta primera fase ha ido alternando las tres arqueras que tiene el equipo, las mismas que tienen diferentes experiencias en el fútbol cruceño y han respondido de la mejor manera cuando les tocó resguardar los tres palos celestes.
Podio.bo conversó con las tres guardametas. Ellas son Wendy Campos, Mariela Masabi y Raschell Saavedra.
Raschell Saavedra tiene 23 años, dice que empezó a jugar a los 13 años, en esa época jugaba como delantera cuando le tocaba participar de los Juegos Estudiantiles, pero desde los 19 años comenzó a entrenar para portera. Saavedra llegó a Blooming a inicios del 2022. Nació en Montero y vive allá, desde donde hace el trajín diario para entrenar con el cuadro celeste.
Saavedra comenta que se siente bien alternando el puesto con sus compañeras Masabi y Campos. “Tengo compañeras que son muy buenas, mientras más competencia es mucho mejor para mí”, indica. Saavedra dice además que siempre hay que dar la oportunidad a las chicas porque uno nunca sabe lo que va pasar en el fútbol.
Lo de tener una de las vallas menos vencidas de la Primera A opina que se debe a la buena comunicación que tienen todas dentro de la cancha. Saavedra admira al arquero costarricense Keylor Navas y a la portera mexiacan Blanca Félix.
Espera que Blooming pueda clasificar a la Simón Bolívar este año. En cuanto a sus metas personales, Raschell quisiera llegar a la selección boliviana y jugar afuera.
Wendy Campos tiene 19 años. Al igual que Saavedra, se inició en los Juegos Estudiantiles Plurinacionales jugando de delantera, hasta que la arquera de su equipo se lesionó y ella se sintió atraída por este puesto, así comenzó su carrera con los guantes.
En Blooming lleva un año y dos meses. Campos es cruceña y vive en la ciudadela Satélite Norte. Está contenta por el apoyo que recibe de sus compañeras, padres de familia y entrenadores, y dice que todo eso es un gran beneficio para su equipo. También se siente orgullosa de poder jugar algunos partidos de titular. “Siento que me he superado bastante gracias a los entrenamientos”, comenta.
Campos admira a la arquera estadounidense Hope Solo, que ya está retirada del fútbol.
“Mi meta es poder mejorar en algunas cosas para poder darle más seguridad a mi equipo”, señala Campos.
Por su parte, Mariela Masabi tiene 19 años y comenzó desde muy niña jugando fútbol en su barrio y en el colegio. A Blooming llegó en junio del año pasado. Masabi nació en San José de Chiquitos, pero reside en Santa Cruz de la Sierra.
La futbolista ve que este año el club se organizó muy bien, y que eso se puede percibir en los buenos resultados que han tenido.
“La verdad, me siento muy orgullosa de poder jugar, porque es algo que siempre quise y esperé. He estado entrenado y luchando para estar ahí, defendiendo a mi equipo desde el principio hasta el final”, señala Masabi sobre poder participar en algunos partidos.
Masabi piensa que tener pocos goles recibidos se debe al trabajo y entrenamiento que cada tiene con los profesores, y al esmero, fuerza, voluntad y garras que dan cada una de las porteras.
“Al arquero que admiro mucho es al alemán Ter Stegen. Es un ídolo al que tengo bien en alto”, señala Masabi.
Espera que este año puedan clasificar entre los cuatro primeros de la Primera A, así poder jugar la Copa Simón Bolívar. Entre sus personales están jugar en la selección boliviana. “Representar a su país creo que es el sueño de toda futbolista”.