El Gran Premio de Estados Unidos de 2025 marcó un punto de inflexión en la breve pero intensa trayectoria de Franco Colapinto en la Fórmula 1. El piloto argentino, con una notable gestión de neumáticos blandos en las vueltas finales, desoyó una orden directa de su equipo, Alpine, para mantener la posición detrás de su compañero, Pierre Gasly, y procedió a adelantarlo. La maniobra, que lo llevó a la 17ª posición (Gasly terminó 19º tras ser superado también por Gabriel Bortoleto), encendió las alarmas internas y puso el foco en la inminente decisión de la escudería sobre su butaca para 2026.
La orden de «mantener posiciones» fue dada en la curva 1, con ambos autos fuera de la zona de puntos. Colapinto, sintiéndose más rápido y argumentando que la lentitud de Gasly con gomas más gastadas comprometía a ambos ante el ataque de Bortoleto, se negó. Su justificación fue clara: «Creo que era lo correcto. Iba mucho más rápido, me tocó dar la posición varias veces… Si no lo pasaba, nos iba a pasar a los dos probablemente. Estábamos peleando por el puesto 17 y 18, no tiene sentido discutir por estas cosas».
La reacción de Alpine no se hizo esperar. Steve Nielsen, Director General del equipo, expresó su decepción institucional: «Cualquier instrucción que se da desde boxes es definitiva, y hoy estamos decepcionados de que eso no se haya respetado. Es algo que revisaremos internamente». Este tipo de desobediencia, aunque justificada por el piloto en términos de rendimiento y defensa, es una falta grave a la disciplina en la F1.
Sin embargo, el incidente ha generado un debate sobre si esta rebeldía es, paradójicamente, una señal positiva sobre la determinación del joven piloto. Algunos analistas sugieren que esta acción podría ser vista por el management como una prueba de carácter y de la garra que el argentino necesita para consolidarse. El propio Flavio Briatore, asesor especial de Alpine, había deslizado la necesidad de ver más del «fuego» de Franco.
Las consecuencias inmediatas se dirimen en la interna. Se ha reportado una «charla muy seria» entre Colapinto y la cúpula directiva. Tras el cónclave, Colapinto ha emitido una declaración oficial atenuando su postura: «Las instrucciones del equipo deben seguirse siempre», reconociendo la primacía de la política de equipo.
A pesar de la tensión, muchos medios interpretan el suceso no como un impedimento, sino como un elemento más de la evaluación que, según anticipos, se esperaba que se resolviera antes de los Grandes Premios de México o Brasil.
La decisión de Alpine sobre si Colapinto se queda como titular junto a Gasly en 2026 parece inminente, y esta muestra de orgullo y velocidad, aunque desobediente, podría ser el último empujón para sellar su continuidad. En el turbulento mundo de la Fórmula 1, a veces, un acto de insubordinación justificada es el mejor argumento para un contrato.
