La tarde en La Paz tuvo nombre propio: Sonia Turihuano. La volante ofensiva chuquisaqueña se convirtió en la gran figura del empate 1-1 entre Bolivia y Colombia por la CONMEBOL Liga de Naciones Femenina, al marcar un golazo que quedará grabado como el más importante de su carrera deportiva.
Turihuano, jugadora del club Bustillos de Sucre y funcionaria de la Gobernación de Chuquisaca, recibió por primera vez la confianza del cuerpo técnico para arrancar como titular en el torneo, y la apuesta no pudo salir mejor. Apenas iniciado el segundo tiempo (46’), cazó un rebote fuera del área y, fiel a una de sus especialidades —el remate de media distancia—, sacó un zapatazo que dejó sin opciones a la arquera colombiana Katherine Tapia.
El estallido en el Hernando Siles no fue solo por la espectacularidad del gol, sino por el significado: Bolivia le convertía a una selección totalmente profesional, de alto roce internacional y con un 80% de sus jugadoras militando en el exterior. Para Turihuano, que ha defendido varias veces la camiseta de la Selección, este tanto representa un punto de inflexión y un premio a su constancia.
Colombia empataría más tarde mediante Gabriela Rodríguez, pero nada opacó la jornada inspirada de la volante nacional. Su participación refrescó el ataque, aportó claridad y devolvió confianza a un equipo que venía golpeado por dos derrotas duras (0-4 ante Ecuador y 0-5 frente a Chile).
Bolivia sumó su primer punto en la Liga de Naciones y ahora piensa en su duelo del 2 de diciembre ante Argentina, por la cuarta fecha del torneo. Turihuano, hoy heroína de la jornada, se perfila como una pieza clave para lo que resta de la competición.
