La futbolista cruceña Tatiana Soleto, delantera que se desempeña como número 9, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida deportiva. Hace un año sufrió una lesión en el menisco de la rodilla derecha, precisamente cuando se entrenaba por su cuenta para mantenerse en el mejor estado físico. Desde entonces comenzó una lucha que, hasta hoy, continúa librando casi en soledad.
Soleto ha sido parte de la selección boliviana femenina en las categorías Sub-17, Sub-20 y mayores, y es considerada una jugadora con amplia proyección nacional. Sin embargo, la lesión le impidió estar presente en la última Copa América Femenina, una de las competencias más importantes del continente. A pesar de haber defendido los colores del país y de clubes reconocidos de Santa Cruz como Calleja, Blooming y Oriente Petrolero, la delantera afirma que no recibió ayuda para someterse a la cirugía que necesita.
“Hasta la fecha no recibí ninguna ayuda”, lamenta Soleto, quien asegura estar enfrentando gastos médicos que superan sus posibilidades. Explica que, gracias al seguro de su padre, podrá ser intervenida quirúrgicamente, pero aún le falta reunir Bs 5.000, monto necesario para comprar dos implementos esenciales para la operación. Sin ese material, la cirugía no podrá realizarse.
El caso de Tatiana revela nuevamente las falencias estructurales del fútbol femenino boliviano, donde la mayoría de los clubes no cuenta con seguros médicos para sus jugadoras, pese al alto riesgo físico que implica la práctica profesional del deporte. La delantera se mantiene firme y con la esperanza de volver a competir, aunque reconoce que esta etapa ha sido una verdadera odisea para su carrera.
Soleto hace un llamado a la solidaridad del deporte nacional y de quienes deseen colaborarle. Los aportes o contactos de ayuda pueden hacerse al teléfono 766-18152. La futbolista sueña con recuperarse para volver al campo de juego, pero también para que su historia ayude a visibilizar una realidad que muchas jugadoras en Bolivia enfrentan en silencio.
