El seleccionado boliviano Sub-17, que participó en el Mundial de Catar, retornó al país procedente del continente asiático, y el director técnico Jorge Perrotta destacó que la experiencia adquirida por los jóvenes futbolistas es un aliciente para su crecimiento deportivo.
“Este tipo de torneos, para los chicos, es como hacer un masterado. La experiencia que viven y el nivel internacional les muestran que deben mejorar cada vez más en sus clubes, y Bolivia debe ayudarlos brindándoles un entorno adecuado para que ese proceso sea más fácil”, señaló Perrotta.
La Verde finalizó en el último lugar del Grupo A de la Copa del Mundo Sub-17, luego de caer ante Sudáfrica (3-1) e Italia (4-0), y empatar sin goles frente al anfitrión, Catar.
“Hay una buena camada de jugadores para conformar la selección Sub-20, que será el siguiente paso para estos mundialistas. La idea es disputar el próximo Sudamericano Sub-17 y volver a intentar clasificar a una Copa del Mundo”, puntualizó el entrenador.
Bolivia volvió a jugar un Mundial de la categoría después de 38 años, luego de atrapar el último cupo de la Conmebol en el Sudamericano Sub-17 que se disputó en Ecuador.
