Un momento de profunda angustia y preocupación se vivió en la jornada inaugural del torneo de tenis Rolex Shanghai Masters 2025, el penúltimo Masters 1000 del calendario ATP. El tenista francés Térence Atmane, una de las figuras emergentes de la temporada, se vio obligado a abandonar su partido de primera ronda contra el argentino Camilo Ugo Carabelli por un problema de salud súbito y alarmante. El encuentro, que se desarrollaba con un marcador igualado a 4-4 en el primer set, quedó marcado por las escenas de un Atmane visiblemente afectado, temblando y con serias dificultades para respirar, una imagen que reaviva el debate sobre las condiciones extremas a las que se enfrentan los atletas de élite en el circuito.
Térence Atmane (68º del ranking ATP) había entrado a la cancha con la expectativa de confirmar el buen momento que lo llevó a alcanzar las semifinales en Cincinnati a principios de año. El joven francés, zurdo y de juego agresivo, comenzó el partido exhibiendo destellos de su potencial. Sin embargo, a medida que el set avanzaba bajo un clima exigente en Shanghái, los síntomas de un malestar severo comenzaron a manifestarse.
El argentino Camilo Ugo Carabelli (43º), un luchador nato, logró igualar el marcador a cuatro juegos por lado. Fue en ese punto, con el partido en un equilibrio tenso, cuando el calvario de Atmane se hizo innegable. El francés, incapaz de continuar, solicitó la asistencia médica, pero su estado de deterioro fue tan rápido que el abandono se hizo inevitable.
«No Podía Respirar y Empecé a Temblar»: El Testimonio del Francés
La verdadera dimensión del problema se conoció horas después, cuando el propio Atmane recurrió a sus redes sociales para relatar el dramático episodio vivido en la pista. Sus palabras, crudas y detalladas, describen una experiencia aterradora, que va más allá de un simple golpe de calor o calambre físico.
«Después del primer punto, mis dos manos estaban temblando. Me dije: ‘Ok, quizás estoy más estresado que de costumbre’. Después del segundo game y una cómoda ventaja de 2-0, inmediatamente sentí que todo mi cuerpo temblaba y me sentía sofocado tras cada punto», explicó Atmane en su cuenta de Instagram.
El punto de inflexión fue la imposibilidad de llevar oxígeno a sus pulmones: «Llegó un momento en el que básicamente no podía respirar y la cabeza empezó a dolerme muchísimo», continuó el tenista. «Sentía que no importaba lo que hacía, no podía respirar. Llamé al fisio inmediatamente, pero no podía pronunciar palabras. Entré en pánico, seguía temblando. Era imposible que me acordara adónde estaba. Era imposible que dijera qué día de la semana era. Mi cuerpo me mandó una señal, la señal de parar inmediatamente».
El diagnóstico preliminar apunta a una fuerte descompensación física y un posible cuadro de pánico exacerbado por las condiciones ambientales y el estrés de la competencia. El jugador confesó su confusión post-retiro: «Todavía no entiendo qué pasó y no me acuerdo mucho de lo que ocurrió».
Un Precedente Inquietante y la Sombra de la Exigencia
El abandono de Atmane no fue un hecho aislado en la jornada. El serbio Hamad Medjedovic (65º) también tuvo que retirarse de su partido contra el francés Arthur Rinderknech por una dolencia física. Incluso, el también francés Valentin Royer, tras vencer al argentino Mariano Navone, admitió haberse desmayado brevemente después del encuentro, citando la falta de hidratación y electrolitos.
Estos incidentes subrayan un patrón peligroso que se ha observado en el circuito, especialmente en torneos con altas temperaturas y humedad, como los de la gira asiática. El tenis moderno, con su exigencia física y mental constante, lleva a los jugadores al límite, y la línea entre el esfuerzo heroico y el colapso médico parece volverse cada vez más delgada.
La situación de Atmane, en particular, plantea una seria reflexión: ¿Están los organismos rectores del tenis (ATP) haciendo lo suficiente para proteger la salud de los jugadores, o la presión por el rendimiento y el calendario apretado están pasando factura en forma de colapsos dramáticos?
Camilo Ugo Carabelli, un Ganador Comprometido
El inesperado abandono le dio el pase a la segunda ronda a Camilo Ugo Carabelli, quien se enfrentará ahora al australiano Alex De Miñaur (8º). A pesar de la victoria, el argentino no mostró euforia y se centró en la preocupación por su colega. La deportividad fue la nota dominante, con Ugo Carabelli acercándose a la red para constatar el estado de Atmane.
Este tipo de triunfos por retiro, si bien son parte del juego, siempre dejan un sabor agridulce. El foco de atención se desvía del logro deportivo hacia la fragilidad humana que expone la alta competencia. El deseo unánime de la comunidad tenística es la pronta recuperación de Térence Atmane, para que pueda volver a las pistas con la fuerza y el temple que lo han convertido en una de las promesas del tenis francés.
La temporada avanza, pero el recuerdo del estremecimiento de Atmane bajo el sol de Shanghái permanecerá como una advertencia sobre los límites del cuerpo humano en el deporte de élite.
