El domingo por la noche se realizó una asamblea promovida por la Asociación Municipal de Básquetbol, para tratar la falta de seguro médico para los jugadores y el cuestionamiento del accionar de árbitros y entrenadores. Participaron más de 25 clubes y se definió cotizar seguro para los deportistas y que el Colegio de Árbitros lance una convocatoria para capacitar nuevos árbitros.
Esto luego de que varios clubes cruceños expresarán su malestar generalizado por el nivel del arbitraje, después de incidentes en partidos de la Primera de Honor entre Orca e Icacruz y Júnior Politécnica y Darwin Oliva.
El encuentro entre Orca e Icacruz se saldó con la rotura de un diente y cinco puntos en los labios al jugador Erick Espinoza de Orca y una reacción violenta de uno de sus compañeros contra un jugador de Icacruz. El hecho, que involucró al jugador de Icacruz, Fernando Cadario, se produjo ya con balón parado. En tanto, en el choque entre Junior Politécnica y Darwin Oliva, el jugador Frank Ardaya de Junior sufrió heridas en su cabeza, luego de haberse golpeado al ser jalado por un jugador de Darwin Oliva.
Sobre el primer hecho, Luis Arias, entrenador de Orca, indicó: “Lo peor que los árbitros ni siquiera lo expulsaron, terminó jugando el partido, mientras que mi jugador y yo terminamos en Prosalud hasta las 2:00 de la madrugada. Los clubes y entrenadores, están desprotegidos porque no se cuenta con un seguro médico”, indicó
Los gastos para la curación de Espinoza ascendieron a Bs 4.000 (Bs 500 la noche de la emergencia, Bs 200 en curaciones y Bs 3.300 en odontología). Icacruz ayudó con el 50% de la odontóloga, mientras que Arias gastó Bs 500 en la noche del hecho y otros Bs 1.650 en la odontóloga. Una rifa ayudó a paliar los gastos.
Sobre la reacción de su jugador, Arias dijo: “mis jugadores estaban muy molestos porque los árbitros no hicieron nada, no es justificación, pero todo parte del mal arbitraje”.
Por su parte, Reyes Gil Farell, entrenador de Icacruz, indicó que en los partidos de básquet ocurren situaciones en las que, por cuestiones propias del juego, se producen choques. “Es difícil predecir lo que va a pasar en una acción. Si bien es claro que los árbitros a veces tienen que cortar de raíz los roces físicos, el básquet es un deporte de contacto en el que hay acciones que son permitidas, como los empujones. No creo que algún jugador piense en ir a ‘partir’ (lastimar) a alguien. Hay que generar consciencia”, aseguró.
Sobre el arbitraje, Gil Farell manifestó que los árbitros deberían saber cuáles son los partidos ‘difíciles’ y donde están algunos árbitros, porque ocurre que algunos de ellos se encuentran arbitrando en barrios, descuidando a la Asociación, que es su vitrina que les permite luego dirigir en otros lugares.
Consultada sobre la situación, Alejandra Guzmán, presidenta del Colegio de Árbitros, respondió que lamentablemente no se cuenta con las condiciones necesarias para realizar su labor y el que equipamiento del Coliseo Gilberto Parejas no brinda las condiciones de seguridad que deberían darle a los jueces cuando se juega cualquier categoría.
A decir de Guzmán, los árbitros detienen muchas acciones que pasan dentro de la cancha, pero lo que viene luego de haber cobrado una falta es una acción personal de cada jugador. “Es en lo cual deberían trabajar los entrenadores y los dirigentes de cada equipo”, recalca.
Actualmente, la Asociación cuenta con 15 jueces, de los cuales tres tienen licencia Nacional Nivel 3. Estos árbitros han estado viajando a dirigir la Libobásquet. También existen jueces que se han estado capacitando constantemente y otras 10 personas que se están capacitando para poder incluirlos en el staff.
