Los entrenamientos de la selección femenina de básquetbol sobre silla de ruedas se realizan en una de las canchas auxiliares del coliseo Jhon Píctor Blanco. A las 18:30 empiezan a llegar las jugadoras, a la espera del director técnico Nelson Mamani y de su asistente Jorge Loras. Las jugadoras entrenan antes que la selección masculina, que está dirigida por Natalia Justiniano. Ambos grupos vienen preparándose desde agosto para el torneo nacional Copa Bolivia, que será del 11 al 14 de este mes en el coliseo Gilberto Parejas.
Podio.bo conversó con algunas de las integrantes de la selección femenina para conocer sus impresiones de cara al nacional.
Maria Vedia Encinas juega desde 2018, la invitaron para que se divierta y desde entonces fue integrándose a los campeonatos locales. Vedia dice que desde un comienzo le gustó y lo vio como una forma de hacer ejercicio. Esta es su primera selección y se siente contenta por eso. «Los entrenamientos han sido un poco difíciles porque es la primera vez que practico de esta manera pero lo he sabido sobrellevar», dice. Ella juega en los campeonatos locales para su club SNS (Solidaridad, Nobleza, Superación). «El técnico pide más coordinación, que nos hablemos más», resalta.
Zaida Alanoca juega desde hace más de 15 años. «Es un bonito deporte que nos ayuda bastante a hacer rehabilitación física», explica. Ella ya ha tiene varios participaciones en campeonatos a sus espaladas y este año quieren recuperar el título, ya que el año pasado no pudieron viajar al torneo de Potosí. Alanoca ha estado en varias selecciones departamentales y nacionales. Ha participado en sudamericanos en Argentina, Brasil y Perú. En Perú, el año pasado, lograron la clasificación a los juegos paralímpicos pero no pudieron asistir.
Alanoca señala que este campeonato nacional será fuerte, como todos los anteriores. «Ya todos los departamentos confirmaron su asistencia y nosotros daremos el todo por el todo para triunfar». La jugadora dice que los rivales más duros son La Paz y Sucre.
Maria Jhovana Vega indica que vienen entrenando desde los primeros días de agosto con mucho entusiasmo. «Obviamente la meta es ganar y esperemos que sea así», señaló.
Vega juega básquet hace 22 años, primero lo hacía en su ciudad, Sucre, y desde hace una década vive en Santa Cruz, donde continuó con este deporte. También conformó selecciones bolivianas.
Por su parte, Ytalmeri Gutiérrez empezó a jugar básquet en silla de ruedas hace apenas ocho meses. «Llegué por una invitación y estoy feliz de entrenar, de aprender. No me costó mucho adaptarme a jugar. La primera vez que me senté en una silla deportiva, sí, un poquito, pero luego ya fui agarrando ritmo y me fue más fácil el tema de manejar la silla o agarrar el balón», indicó.
Gutiérrez, al igual que sus compañeras, quiere el campeonato.