La jugadora de Blooming, María José Bravo, vivió una desafortunada experiencia tras recibir un golpe en la cabeza y perder el conocimiento en el clásico cruceño de este domingo, que se jugó en la sede celeste y que terminó ganando Oriente Petrolero (2-1).
El hecho que asustó a todos, al público y ambos rivales, se dio en la segunda parte del partido cuando Bravo fue a disputar el balón en el juego aéreo. Allí lo primero que faltó fue el médico de Blooming, que tuvo que recurrir a su fisioterapeuta para que la atienda. Luego le dio una mano el galeno de Oriente.
Tras intentar en vano que se ponga de pie, la defensora fue sacada fuera de la cancha alzada, pues tampoco había camilla, increíble pero cierto. Al seguir en mal estado Bravo, se necesitaba una ambulancia para trasladarla a una clínica, que tampoco había.
Ante estas carencias, la futbolista fue llevada en el asiento trasero de un auto hasta una clínica, donde a las 16:00 de este domingo fue dada de alta. Sobre este tipo de carencias, que solo se dan en los campeonatos de barrios, se le consultó a la presidenta de la División Femenina, Lency Mendoza.
La dirigente afirmó que los clubes locales solo están obligados a tener camilla, médico y ambulancia en partidos por la Copa Simón Bolívar. “Es más por un tema económico, que no tenemos todas estas exigencias que se deben cumplir por seguridad en un partido. Lamentablemente las normas no los obligan a los clubes, como sí sucede en la Copa Simón Bolívar”, sostuvo.